La súbita e incesante caída de ventas del Porsche Taycan fue el primer síntoma, detectado en verano, del declive de la comercialización de coches eléctricos de la marca alemana. Lanzada en 2019, esta berlina batió records de ventas en 2021 y 2023, llegando a superar en ventas a otros modelos como el Macan o incluso el 911.
Pero la demanda de este coche eléctrico en China, su principal mercado, ha ido disminuyendo a lo largo de 2024. Y durante los tres primeros trimestres del año, las ventas del Taycan han caído en cerca del 50%.
El Porsche Taycan, ¿la primera ficha de la caída de un dominó?
Eso ha hecho que Porsche haya reducido su producción, de forma que la cancelación de algunos turnos en la planta de Zuffenhausen en la que se fabrica este coche, y que en principio estaban previstos sólo durante el final de este año, se irán manteniendo a lo largo de 2025, según informan medios alemanes como el Stuttgarter Zeitung.
Además, se da el hecho de que el Porsche Macan, el segundo modelo completamente eléctrico de Porsche, llegó al mercado con un retraso cercano a los dos años. Y que, por ahora, sus versiones térmicas se siguen vendiendo a muy buen ritmo. Y lo mismo ocurre con el Porsche 718 eléctrico, que también verá retrasada su puesta a la venta respecto a lo previsto.
De ahí que Porsche ya haya señalado que mantendrá la producción de sus coches con motor térmico más allá de lo esperado, o incluso introducir motores de combustión en sus próximos modelos, aunque estos fueran pensados, en inicio, para ser 100% eléctricos.
Esta concatenación de hechos puede hacer que la marca pueda replantearse su estrategia de electrificación a medio plazo, que pasaba, para 2030, por hacer que el 80% de sus modelos -excepto el 20% correspondiente al Porsche 911, que ya prepara su versión híbrida- fueran completamente eléctricos.
Cambio de planes respecto a futuros modelos
Según publicaban hace escasos días desde la revista alemana AutomobileWoche, esta situación alarma y mucho al consejo de dirección de Porsche, que podría tomar medidas más severas en pocas semanas.
Así, desde la publicación germana se indica que incluso se valora trasladar la producción del Taycan desde Zuffenhausen a la fábrica de Leipzig. Y es que el director financiero y director general adjunto de Porsche, Lutz Meschke, estaría a favor de concentrar en la actual fábrica del Taycan la fabricación de vehículos personalizados, un negocio muy lucrativo para la marca.
Otro factor a tener en cuenta es que los contratos temporales de 1.000 empleados que trabajaban en esa fábrica no han sido renovados.
A partir de estos hechos, AumobileWoche señala que la planificación de los próximos modelos de Porsche podría variar sustancialmente. De entrada, la versión eléctrica del Porsche Cayenne, cuyo lanzamiento comercial estaba previsto para 2026, podría retrasarse. E incluso Porsche podría actualizar una vez este modelo de combustión y pausar el lanzamiento de la versión sin emisiones.
Por otro lado, la marca también había previsto, para 2027, el inicio de la producción en la planta de Leipzig de un nuevo SUV eléctrico, conocido internamente como K1 y que, con siete plazas, se situaría por encima del Cayenne.
Pues bien, según la información de este semanario germano, en Porsche estarían discutiendo posponer el proyecto “durante unos años” o dotar al modelo de un motor de combustión tomado de la gama Cayenne.
AutomobileWoche incluso señala que Porsche podría plantearse un sucesor con motor de combustión de su berlina térmica Panamera, que estaba previsto desapareciera por completo de la gama del fabricante alemán en 2030, en pro de los nuevos modelos eléctricos.
Y 8.000 empleos estarían en el filo de la navaja
La conclusión tras todas esas informaciones es que la crisis de ventas de los coches eléctricos de Porsche podría llegar a afectar a medio plazo no sólo a los resultados de la empresa, sino también a sus trabajadores.
No en vano, desde la publicación alemana publican que hasta el 20% de los actuales puestos de trabajo en Porsche podrían desaparecer a medio plazo: “más de 8.000 de los 42.000 puestos de trabajo actuales podrían estar en riesgo", cita este semanario.