Mercedes-Benz busca de esta manera ponerle las cosas difíciles a Tesla. El fabricante alemán quiere convertirse en unos de los principales actores del sector de electrificación, arrebatándole así el puesto a la actual número uno, la cual destaca por una tener los modelos más vendidos del mundo, pero también por una red de recarga propia extensa y fiable.
El nuevo movimiento de Mercedes-Benz estará asentado sobre los principales mercados: Europa, América del Norte y China, además de otros territorios clave aún por confirmar. Sin embargo, la marca huirá de su región natal y comenzará a expandir su nuevo servicio por Norteamérica, especialmente en Estados Unidos y seguido posteriormente por Canadá. Asimismo, la compañía ha anunciado que la red dispondrá de una primera fase en la que se instalarán más de 10.000 puestos de recarga rápida que estarán plenamente disponibles antes del año 2030.
Estarán instalados, principalmente, en ubicaciones estratégicas de los mencionados territorios y en los núcleos de población urbana, concretamente, cerca de arterias principales o convenientes destinos con gran afluencia de público. También contarán con estos puestos en los concesionarios oficiales de Mercedes-Benz.
Según la región, cada estación de recarga para coches eléctricos contará con una media de entre 4 y 12 cargadores. Además, han asegurado que algunas estaciones acogerán 30 cargadores de alta potencia de hasta 350 kW. Cada vehículo (de Mercedes) establecerá una conexión inteligente con el sistema de carga y las realizará asegurando el menor tiempo posible, pero siempre salvaguardando la integridad de la mecánica eléctrica del modelo.
Las estaciones serán, en su mayoría, muy ergonómicas, pudiendo adaptarse a las necesidades de cada usuario y su vehículo. De esta manera, dará igual cómo se estacione el coche que el cable llegará a cualquier punto de este. También estarán techadas para proteger a los usuarios de las inclemencias del clima. En sus inmediaciones se construirá una tienda en la que comprar alimentos o cuartos de baño exclusivo para clientes. Para la seguridad en el entorno, se instalará un completo sistema de videovigilancia.
La marca confía en que este será un movimiento estratégico clave a la hora de avanzar en el despliegue mundial de los coches eléctricos, ya que aseguran que mejorará significativamente la facilidad de uso de los nuevos modelos.
La red de recarga de Mercedes-Benz centrará sus servicios en los modelos comercializados por ellos mismos, aunque estos puestos estarán disponibles para los vehículos eléctricos de otras firmas del mercado. No obstante, los clientes de Mercedes-Benz recibirán preferencia en la reserva de puestos, ofertas de descuentos y otros beneficios aún por concretar.
Desde Mercedes-Benz afirman que la energía que se empleará para las recargas en estas estaciones será de origen totalmente ecológico proveniente de fuentes renovables y por proveedores acreditados. Las propias instalaciones contarán con sistemas fotovoltaicos para proporcionar energía para la iluminación, videovigilancia y otros elementos que precisen de un menor tirón eléctrico.
La marca no ha especificado una hoja de ruta en el avance de estas estaciones para Europa. Sí ha confirmado que estará completamente operativa antes de 2030 en todo el mundo. Asimismo, también aseguran que para 2027 contará con más de 400 estaciones en Norteamérica con más de 2.500 puntos de recarga.