El Reino Unido quiere convertirse en el líder mundial en las tecnologías relacionadas con la conducción autónoma. Por este motivo el gobierno ha abierto una línea de financiación de 150 millones de libras (170 millones de euros), disponibles a lo largo de los próximos cinco años, para promover el desarrollo de proyectos piloto relacionados con ella.
La pelea por estar en la vanguardia de este nuevo mercado está servida. Hace unos días Francia anunciaba su estrategia de conducción autónoma para materializar proyectos entre 2020 y 2022. Reino Unido pronostica que el mercado de la conducción autónoma tendrá un valor de 900 millones de libras (más de mil millones de euros) en el año 2035. Por esta razón está empujando a sus empresas a liderar la comercialización de estas tecnologías, convirtiéndose en las referentes mundiales de este sector.
Las ayudas son gestionadas por el Center for Connected and Autonomous Vehicles (CCAV), que forma parte del Departamento de Transporte, Negocios, Energía y Estrategia Industrial del gobierno británico. Su último tramo fue anunciado en junio y, en la convocatoria, el CCAV establece como objetivo para las empresas que se beneficien de las ellas, que deben estar en funcionamiento y ser viables a principios de la década de 2020.
Para ello apoyará con hasta un 70% de los costes todos los proyectos que estén dirigidos a aprobar y validar estas tecnologías. A través de ellos los usuarios deben ser conscientes de la necesidad de su uso, lo que ayudará a que acepten esta nueva forma de movilidad.
Jaguar Land Rover realiza sus primeras pruebas de conducción autónoma en carretera.
Proyectos en marcha
Reino Unido ha preparado su legislación para admitir las pruebas de vehículos autónomos bajo supervisión y con una serie de condicionantes muy estrictos. Los vehículos deben mantener el volante y los pedales, independientemente de lo avanzada que esté la tecnología, y un conductor debe ir en su interior para atender los posibles fallos del sistema.
Uno de los proyectos más importante, apoyados por el gobierno, son las 40 cápsulas eléctricas y autónomas que comenzaron a funcionar el pasado junio en Milton Keynes, una ciudad situada a 70 kilómetros al noroeste de Londres. Allí se encargan de transportar pasajeros desde la estación de trenes de la ciudad a un centro comercial cercano, operando a velocidades de hasta 24 km/h.
Jaguar Land Rover también está probando versiones autónomas de varios de sus modelos en pistas de pruebas y carreteras abiertas. Por su parte la empresa Oxbotica, especialista en software para vehículos autónomos, prepara una serie de pruebas de vehículos sin conductor entre Londres y Oxford, que arrancarán en 2019.