Antes o después va a pasar, más pronto que tarde. La instalación y facturación de puntos de carga se está convirtiendo en un lucrativo negocio para muchas compañías. Con cada vez más empresas disputándose el mercado, las grandes petroleras ven como sus volúmenes de negocio crecen. BP ha sido la primera en dar la voz de aviso: sus puntos de carga pronto superarán en rentabilidad a los viejos surtidores de carburante. Cuando esto ocurra, estaremos ante un momento de inflexión muy importante.
Durante años, los puntos de recarga de vehículos eléctricos han generado más pérdidas que ingresos. Ante esta situación muchas empresas decidían abandonar las instalaciones creadas en aras de tiempos más satisfactorios y rentables. Ese momento parece que ha llegado, y el hecho de que una de las grandes petroleras del mundo vea con tan buenos ojos las instalaciones de recarga de vehículos eléctricos es muy significativo.
Durante una entrevista a Reuters, Emma Delaney, directora de clientes y productos de BP, ha comentado: «Si pensamos en un tanque de combustible frente a una carga rápida, nos damos cuenta que nos estamos acercando a los fundamentos comerciales donde la carga rápida es mejor que los combustibles». Es decir, que grandes empresas como BP, con una mayor facilidad para la instalación y explotación de puntos de carga, alcanzan más rápido la rentabilidad que con los combustibles tradicionales.
Solo en el último trimestre del 2021, los ingresos generados en la red de recarga crecieron un 45% con respecto al trimestre anterior de ese año.
Obviamente, una cosa es rentabilidad y otra son ingresos. Durante dicha entrevista, la propia Delaney rechazó comentar qué ingresos genera BP con la recarga rápida de vehículos eléctricos, aunque está claro que, por volumen, las cifras de ganancias todavía están muy lejanas a las obtenidas por los carburantes. Sin embargo, con el paso del tiempo mientras que los carburantes pierdan peso, la electricidad ocupará su puesto.
El simple hecho de no depender de grandes instalaciones y redes de logística permite que las empresas, petroleras en este caso, alcancen antes el punto de rentabilidad con los puntos de carga rápida. Algunos estudios cifran en una ganancia de 0,4 céntimos por cada kWh de recarga eléctrica. La explosión comercial de vehículos eléctricos en Europa e Inglaterra ha hecho que la red comercial se expanda.
Solo en el último trimestre del año pasado, los ingresos generados en la red de recarga crecieron un 45% con respecto al trimestre anterior de 2021. Ante estos datos, en BP esperan alcanzar un total de 70.000 puntos para el año 2030, partiendo de los 11.000 puntos actuales. «En general, vemos una gran oportunidad en la carga rápida para los consumidores y las empresas, así como en los servicios de flota en general. Ahí es donde vemos el crecimiento y donde vemos los márgenes», comentó Delaney.