A lo largo de estos años han sido muchas las diferentes marcas que han surgido ante un nuevo panorama eléctrico. Muchas de ellas han acabado diluyéndose cual azucarillo en el agua, pero otras han sabido sobrevivir y crecer. Rivian es una de esas marcas. La compañía de RJ Scaringe encara el futuro con optimismo y con la esperanza de tener su “momento Tesla”, tal y como ha reconocido abiertamente. Este año deberían lanzar al mercado un coche que podría cambiar por completo la visibilidad de la marca, hacerla más internacional y dominante, pero ¿realmente será así?
Nadie puede negar que Rivian ha sabido moverse muy bien en estos tiempos de cambio. La compañía de California empezó apostando por la movilidad eléctrica asociada al transporte de mercancías. Un gran acuerdo con Amazon la situó en el mapa, pero han sido sus todoterrenos eléctricos los que la han posicionado en el radar de miles de compradores. Los Rivian R1T y R1S han demostrado que la compañía sabe ofrecer buenos productos. Ellos fueron los primeros en lanzar una pick-up eléctrica al mercado. Un negocio que hoy muchas compañías, como Ford, Tesla o Chevrolet, tratan de igualar.
Rivian sigue los pasos de Tesla, aunque sus objetivos son más modestos
Si echamos la vista atrás y vemos los orígenes de Tesla podemos comprobar que el tiempo ha cambiado mucho para ellos. El Roadster llamó la atención, el Model S los puso en el mapa y el Model 3 fue el coche que catapultó a la compañía de Elon Musk a un nuevo nivel. Eso es lo que Rivian espera con su próximo R2. Será el coche más pequeño y económico de la compañía y también, esperemos, el más barato. Con él, Rivian espera pasar de ser considerada una startup a un fabricante de reconocimiento internacional. Para ello, deben cambiar varias cosas en el seno de la empresa.
Desde el principio, Tesla adoptó un enfoque más global. Si bien el Model S se exportaba a varios mercados, el grueso de las ventas eran en Estados Unidos. De forma paralela, Elon Musk fue expandiendo su actividad empresarial, abriendo nuevas e imponentes fábricas en diferentes puntos de América y, posteriormente, del mundo. Esa es una de las incógnitas más importantes con respecto a Rivian. California es la sede de la compañía y a finales de 2021 anunciaron la construcción de una segunda fábrica. Una obra titánica con una inversión de 5.000 millones de dólares que les permitirá alcanzar el objetivo de un millón de unidades producidas en 2030.
Si todo sale como está planeado, gran parte de ese millón de unidades podría ser del Rivian R2. El SUV/todoterreno ya se ha dejado ver, aunque cubierto por una gran lona negra. Por ahora, no sabemos mucho de él, aunque sí conocemos detalles importantes como el precio y la fecha de lanzamiento. Su comercialización no arrancará hasta el 2025 con tarifas entre los 40.000 y los 60.000 dólares. Cifras inferiores a los precios actuales. Rivian ya ha apuntado su intención de dar el salto a Europa con el R2. Lo necesitará si realmente quiere vivir ese punto de inflexión. La estrategia sigue pasos paralelos a los iniciados por Tesla, aunque la escala es inferior. Sólo el tiempo dirá si el “momento Tesla Model 3” llegará para Rivian.
