Antes o después la electrificación llegará a todo el mundo, pero no a todos por igual. Mientras que unos se enfocan en las prestaciones, otros se centran en el puro placer de conducir y en el mayor confort de marcha. Rolls-Royce pocas veces aporta datos de rendimiento, son cuestiones menores, pero en esta ocasión nos ofrece hasta el último detalle en el coche más potente que jamás se haya fabricado en Goodwood. Es 100% eléctrico y se llama Rolls-Royce Black Badge Spectre y sí, es morado. En unos meses conoceremos al segundo modelo eléctrico de la centenaria compañía inglesa.
El Spectre es el primer y hasta la fecha único coche eléctrico fabricado por Rolls-Royce. La quintaesencia de lo mejor que representa la movilidad eléctrica. Confort en su máxima expresión y ahora, gracias a la versión Black Badge, prestaciones. Los propios clientes han colaborado, en secreto, en el desarrollo. Los ingleses han recopilado los datos de cientos de miles de kilómetros de los usuarios para comprender mejor qué es lo que necesitan y en qué pueden mejorar. El resultado es el Insignia Negra (Black Badge) con el nuevo color Vapour Violet y rematado por la clásica parrilla inglesa retroiluminada.
Un Rolls-Royce con Launch Control
En el interior nos recibe el mismo ambiente elegante y de alta escuela que ya se nos ha hecho habitual. El Spectre más oscuro de todos cuenta con una tapicería de cuero de primer nivel. Varias decenas de vacas de la mejor categoría han donado su vida para la composición de un habitáculo clásico a la par que moderno. No encontrarás nada de plástico en el interior. Los cuatro pasajeros que pueden viajar a bordo del Spectre lo harán con los mayores lujos que la industria del automóvil es capaz de concebir, aunque numerosas marcas chinas se han propuesto plantar cara, como la marca Maextro fundada por Huawei.
Por mucho que los chinos se empeñen, jamás podrán igualar la clase y la distinción que sólo Rolls-Royce es capaz de ofrecer. Bajo el capó de este Black Badge Spectre se presenta el conjunto mecánico más potente que jamás se haya producido en Goodwood. Su sistema de motor dual eleva el rendimiento hasta los 659 caballos de potencia con un par motor de 1.075 Nm. Una fuerza descomunal que permite, a pesar de las casi tres toneladas de peso, pasar de 0 a 100 km/h en apenas 4,1 segundos. Aunque no lo parezca, este ‘deportivo’ coupé de cuatro plazas y 5,47 metros de largo puede dejar en ridículo a muchos de los superdeportivos del mundo.
Como parte del homenaje de prestaciones que los de Goodwood se han dado para la ocasión, el Rolls-Royce Black Badge Spectre ofrece un sistema de lanzamiento. Un Launch Control que aprovecha al máximo la fuerza del conjunto. A pesar de ello la inmensa batería de 102 kWh de capacidad neta permite a los ingleses anunciar una autonomía máxima de hasta 493 kilómetros en ciclo WLTP, un poco menos que el rango ofrecido por el resto de la familia. Si te estás preguntando por el precio debes saber que Rolls-Royce no comunica esos detalles insignificantes y mundanos, pero debes calcular que el coste mínimo de un Spectre ronda los 400.000 euros. Recuerda que Rolls-Royce castiga con un veto de por vida para quienes quieran especular con sus coches nuevos.