SAAB, la histórica marca automovilística sueca, echó el cierre allá por el año 2013. Su legado quedó por entonces en manos de NEVS (National Electric Vehicle Sweden), una compañía que buscaba repuntar dentro del sector de los coches eléctricos, algo poco explorado en aquellos años, más allá de algún proyecto específico o de la propia Tesla, quien empezaba a llegar a oidos de todo el mundo. NEVS, a su vez, era propiedad de Evergrande, una de las compañías inmobliarias chinas más grandes del país oriental.
Los planes estaban realmente consolidados como parte de 'la nueva vida' de SAAB. Evergrande se asoció con Koenigsegg (sí, la marca de superdeportivos sueca) y se hizo con la compañía Protean Electric, un fabricante de motores eléctricos que se acoplaban a las propias ruedas del automóvil. Finalmente, contrataron como diseñador a Simon Padien, quien anteriormente ya dirigía los trazos estéticos de SAAB antes de su cese.
Las cosa parecían estar alineadas e ir sobre ruedas. No obstante, todo se fue diluyendo con el paso del tiempo y la alta inversión económica que precisaba el proyecto. Esto, unido a los hechos ocurridos en el año 2020, condenaron a NEVS a la quiebra. Un año después, en 2021, se intentó vender la empresa, junto con su planta de producción en Trollhättan, Suecia, pero finalmente quedó en nada. El pasado mes de marzo de 2023, NEVS anunció su entrada en modo hibernación, lo que provocó el despido definitivo del 95% de sus trabajadores.
Ahora, NEVS ha permitido la publicación de lo que iban a ser sus tres proyectos de cara al futuro; de hecho, uno de ellos ya contaba incluso con un diseño definido, el llamado NEVS Emily GT. Además de este, la empresa esperaba lanzar un coche eléctrico basado en el conocido SAAB 9-3, así como un vehículo totalmente autónomo (de estos todavía no existía un diseño completado).
Antes de sus problemas financieros, NEVS se asoció con la empresa Plint Marketing, para mostrar el modelo eléctrico en todos sus apéndices. Aquello derivó en la historia que ya hemos contado y los archivos audiovisuales quedaron en manos de la empresa de marketing, que los ha hecho públicos hace escasos días a través de su cuenta oficial de Instagram y YouTube en forma de tres vídeos recopilatorios.
Así iba a ser el NEVS Emily GT
El NEVS Emily GT se presenta como una berlina totalmente eléctrica y con elementos estéticos basados en el difunto SAAB 9-5, aunque modificados convenientemente para adaptarse a los tiempos más modernos.
En el frontal, destacan unos faros finos y estilizados unidos por una moldura central, dando así el efecto de que sus grupos ópticos cruzan todo el ancho del coche. El parachoques, sin apenas entradas de aireación, incluía unas luces LED decorativas. Por otro lado, introducía los espejos retrovisores exteriores en forma de cámaras, así como unas llantas de gran tamaño.
En la trasera, los pilotos estaban firmados por el nombre de la propia marca (NEVS) y su iluminación LED cruzaba todo el ancho de esta parte. Un ancho pilar C daba paso a unas formas muy deportivas y realmente atractivas. La zona inferior estaba copada por un difusor de diseño llamativo.
Según los datos que ha proporcionado la compañía, el NEVS Emily GT incorporaba hasta cuatro motores eléctricos alojados en sus cuatro ruedas, los cuales entregaban 120 CV cada uno. Su potencia total era de 480 CV, aunque ya se trabajaba en variantes de hasta 650 CV. Un ordenador central se ocupaba de la vectorización del par en cada uno de ellos, mientras que su batería le brindaba una autonomía de 948 kilómetros en rango WLTP. Es decir, un vehículo muy adelantado a su tiempo, podríamos decir.
El propio Christian Von Koenigsegg, fundador de la marca que lleva su nombre, afirmó que el coche de pruebas estaba completamente listo, aunque no para su producción en masa, ya que era necesario pulir varios elementos. El vehículo, según aseguran, tardó en concebirse tan sólo cinco meses con un equipo de 350 ingenieros y técnicos.
Por ahora, pocos más datos existen sobre el NEVS Emily GT. La nueva directora de la empresa, Nina Selander, afirmó a SAAB Planet que después de entrar en hibernación, la compañía ha perdido casi la totalidad de su fuerza laboral y el apoyo económico chino, por lo que el proyecto podría estar abocado sin remedio a la desaparición.
Ahora, los últimos informes aseguran que Polestar se encuentra en conversaciones para hacerse con las instalaciones de Trollhättan, donde iba a ensamblarse el Emily.
