La primera generación del Mazda3 llega al mercado en 2003 marcando un antes y un después en el segmento de los compactos. Desde sus inicios, este modelo se destacó por su estética refinada y su agilidad en carretera, cualidades que definen el planteamiento de la marca japonesa para buena parte de su gama. Aunque sus primeras versiones apostaron por motores de combustión eficientes, la filosofía innovadora de Mazda siempre ha impulsado la búsqueda de tecnologías más limpias y sostenibles.
A lo largo de los años, el Mazda3 ha experimentado notables transformaciones en respuesta a las cambiantes demandas del mercado y a las innovaciones tecnológicas. Las sucesivas generaciones, 2ª, en 2008, 3ª en 2014 y 4ª, la actual, en 2019, han refinado sus prestaciones, incorporando sistemas de seguridad avanzados y mejoras en la conectividad, sin perder su esencia deportiva y elegante. Este compromiso con la excelencia se ha visto reflejado en el uso de materiales de alta calidad y en la optimización de sus motores, que han ido evolucionando hacia propuestas más respetuosas con el medio ambiente.

Llega la quinta generación
En un contexto en el que la movilidad eléctrica e híbrida se impone como el futuro del sector automovilístico, Mazda está a punto de vivir una auténtica transformación. La actual generación del Mazda3, la cuarta, lleva ya 6 años en el mercado y, a lo largo de ese tiempo, apenas ha recibido actualizaciones significativas.
Este hecho, sumado a la feroz competencia, pone de manifiesto la necesidad de una renovación urgente. La evolución del Mazda3 se da en un escenario en el que Mazda apuesta decididamente por la electrificación parcial de su gama. Con la reciente despedida del Mazda6, el Mazda3 se convierte en la única berlina con motor de combustión interna dentro del fabricante, junto al icónico MX-5. A excepción de la nueva berlina eléctrica, el Mazda6e, el fabricante japonés se está orientando hacia modelos de tipo SUV, con propuestas que pretenden desafiar el dominio de rivales como Tesla.

Ante este panorama, es previsible que el próximo Mazda3 mantenga la plataforma de tracción delantera –más adecuada para modelos compactos– y que integre un sistema de propulsión híbrido ‘autorrecargable’. Esta medida permitiría al compacto competir de tú a tú con rivales como el Toyota Corolla, que ya ha mostrado su fuerza en el mercado español. En 2024, el Corolla alcanzó ventas superiores a las 22.000 unidades en nuestro país, mientras que el Mazda3 apenas supera las 3.000 unidades.

Además, se rumorea que la nueva generación podría equiparse con el próximo tren motriz de gasolina Skyactiv-Z, previsto para 2027, y que promete ofrecer una “eficiencia sin precedentes”. Esta apuesta por la combinación de motor de combustión e híbrido es fundamental en una era en la que la movilidad sostenible se impone no solo como una necesidad ambiental, sino también como un requisito para mantener la competitividad en el mercado.

Diversos diseñadores independientes han comenzado a imaginar y a plasmar, a través de recreaciones digitales, cómo podría ser el renovado compacto basándose en la incorporación de los elementos más recientes de la marca. La parte delantera podría inspirarse en las imágenes espía y representaciones del próximo Mazda CX-5, con faros LED envolventes que se fusionan con la parrilla y tomas de aire deportivas en el paragolpes y un capó esculpido que le aporta dinamismo. En el lateral se mantendría la distancia entre ejes actual, con las superficies de las puertas rediseñada que conforman una silueta que resulta familiar para los aficionados de la marca.
Otros diseño se basan en la línea, más futurista, de la berlina electrificada Mazda6e/EZ-6. Una visión alternativa con innovaciones en la parte delantera y trasera, sugiriendo que el nuevo Mazda3 podría apostar también por líneas más atrevidas y tecnológicas.

En cualquier caso, Mazda guarda silencio sobre sus planes de renovación para este modelo, tanto estas propuestas digitales como las tendencias observadas en la estrategia del fabricante dejan claro que el Mazda3 se encuentra en un proceso de cambio, en el que la integración de soluciones híbridas y la apuesta por la eficiencia serán elementos clave para reconquistar el segmento de las berlinas.