Skoda ha ratificado su compromiso medioambiental para 2030. Para lograr los objetivos contenidos en su plan, la marca checa también ha anunciado los hitos a cumplir durante los próximos años entre los que figura el lanzamiento de tres nuevos modelos totalmente eléctricos para 2026. Más allá, y con la vista puesta en el final de la década, la oferta de Skoda crecerá significativamente de tal forma que la participación en las ventas de su gama eléctrica será muy superior a la actual.
Además de los tres vehículos eléctricos completamente nuevos planeados para 2026, la subsidiaria del Grupo Volkswagen agregará nuevos modelos en los años siguientes, la mayoría de ellos eléctricos. Según Skoda, la participación de los vehículos eléctricos en las ventas europeas de la marca aumentará a más del 70 % en 2030, lo que significa que continuará lanzando modelos nuevos o renovados que todavía incluyan motores de combustión interna en los años siguientes, aunque dotados probablemente de algún tipo de hibridación.
Skoda también se marca como objetivo lograr la máxima reducción posible de emisiones de CO2 en su ciclo de producción. Sus plantas indias serán neutras en CO2 en 2025, mientras que una de sus plantas checas más importantes, la de Vrchlabí, ya logró este objetivo a finales de 2020. En esta instalación, desde 2019, todos los residuos del proceso productivo son reciclados térmica o materialmente. Las otras dos fábricas de Skoda en República Checa, Kvasiny y Mlada Boleslav, llevan haciendo lo mismo desde principios de 2020, por lo que no tienen ningún desperdicio del proceso de fabricación. Ambas disponen hasta 2030 para alcanzar la neutralidad en carbono.
Otra de las medidas destinadas a reducir el impacto ambiental en la producción se centra en el empleo de una solución innovadora que permite aplicar una de las cuatro capas de pintura con un espesor significativamente más delgado que antes sin afectar la calidad o la durabilidad. Según Skoda, solo con esa medida se ahorrarán 720 toneladas de pintura al año en las plantas de producción de la marca.
El reciclaje también es una parte importante de este objetivo. Skoda ha logrado que los materiales reciclables y reutilizables representen más del 95 % del peso de un vehículo. En el caso del Octavia, un tercio de las materias primas utilizadas hoy en día para fabricarlo provienen de materiales reciclados entre las que se incluyen el acero, el aluminio, el vidrio, los plásticos e incluso los materiales aislantes.
Skoda explica que no todas las piezas que se utilizan en un vehículo llegan a reciclarse nuevamente como materia prima para incluirlas de nuevo en la cadena de producción. La idea es evitar que esos componentes no lleguen a un vertedero o tengan un ciclo de un solo uso, aunque su segunda vida pueda no estar relacionada con la automoción.
