Con la presentación de su nuevo conector de carga patentado, Tesla ha confirmado que sus Supercargadores podrán alcanzar una potencia de hasta 900 kW y que además lo ofrecerá al resto de fabricantes americanos de manera gratuita para que lo implementen en sus coches eléctricos. La intención del fabricante californiano es convertirlo en el Estándar de carga de América del Norte (NACS) en lugar del CCS que se está utilizando ya en Europa. Las especificaciones técnicas, hasta 900 kW, y el empaquetamiento anunciados por Tesla, más reducido, le dan ventajas sobre el estándar CCS adoptado hace ya años en el Viejo Continente.
Desde la llegada del Tesla Model 3, el fabricante parecía comprometido con el uso del estándar CCS en Europa, de manera que se especulaba que podría llegar a serlo también para sus coches americanos. Allí, Tesla continúa utilizando un conector propietario que solo puede ser utilizado en sus Supercargadores. Por lo tanto, esa es una característica diferencial, entre otras, de los coches eléctricos de Tesla en Europa y en América.
A medida que la industria parece converger hacia el estándar CCS también en Estados Unidos, este anuncio de propuesta del impulso de un nuevo NACS sugiere que el fabricante no tiene intención de implementarlo en sus coches americanos. Más bien al contrario, es posible que la guerra de la estandarización haya pasado allí a una fase que complicará la vida a los usuarios: la presencia de dos estándares de recarga. Algo que en Europa parece que ya está superado.
El argumento de Tesla para lanzar este nuevo estándar es que entre todos los conectores de carga en América del Norte, NACS es el más probado duplicando en número al CCS. Además, hay un 60 % más de conectores NACS que conectores CCS en EE.UU. Según el Centro de datos de combustibles alternativos de EE.UU., Tesla tiene más puntos de recarga instalados que la suma de CCS y CHAdeMO, 15.730 frente a 9.295 CCS y 4.375 CHAdeMO, aunque repartidos en muchas menos estaciones (1.536 de Tesla frente a 4.591 y 4.439 de CCS y CHAdeMO respectivamente).
Especificaciones técnicas del nuevo NACS de Tesla
Tesla señala también algunas ventajas técnicas de su conector. En primer lugar el empaquetamiento es mucho más reducido que en el caso del CCS que puede afectar al diseño final de los coches eléctricos. En la documentación, Tesla describe dos versiones de su tecnología de carga capaces de operar a 500 voltios y 1.000 voltios que además son interoperables.
Así lo describe el fabricante: "A continuación se muestran dos interfaces, una configuración de 500 V y una configuración de 1.000 V. Las dos interfaces son mecánicamente interoperables (es decir, la entrada de 1.000 V puede recibir mecánicamente el conector de 500 V y la entrada de 500 V puede recibir el conector de 1000 V). Estos son los dos diseños:
Además también ofrece recarga en corriente alterna y corriente continua a través del mismo conector. Con 900 A y 1.000 Voltios, la potencia de carga que se puede llegar a alcanzar los 900 KW utilizando los mismos pines de carga. "Con más de una década de uso y 20.000 millones de millas de carga de vehículos eléctricos, el conector de carga de Tesla es el más probado en América del Norte y ofrece carga de CA y carga de CC de hasta 1 MW en un paquete delgado. No tiene piezas móviles, tiene la mitad del tamaño y el doble de potencia que los conectores del sistema de carga combinado (CCS).
Tesla publicó la semana pasada las especificaciones técnicas actualizadas para el nuevo estándar y asegura dice que está "trabajando activamente con los organismos de normalizar para codificar el conector de carga de Tesla como un estándar público". "Como una interfaz puramente eléctrica y mecánica independiente del caso de uso y el protocolo de comunicación, NACS es fácil de adoptar", asegura Tesla, señalando que el diseño y las especificaciones están disponibles para que puedan ser utilizadas por cualquier actor interesado. Esa actualización incluye nuevos detalles para alcanzar una configuración que llega hasta los 900 kW de potencia.
Tesla también ha señalado que "ha operado con éxito el estándar de carga de América del Norte por encima de los 900 A de forma continua con un cable de entrada al vehículo no refrigerada por líquido". Esta intensidad de corriente en más alta que las que se logran con el estándar CCS sin refrigeración por agua lo que puede significar una menor complejidad para los operadores de estaciones de carga. Según Tesla, los operadores de red "ya tienen planes en marcha para incorporar este NACS en sus cargadores, así que los propietarios de Tesla pueden esperar cargar en otras redes sin adaptadores".
Los estándares de recarga en Estados Unidos
El estándar de Tesla llegó con el Model S en 2012, por lo que es anterior al CCS, que hizo su debut en el primer coche eléctrico de producción en EE.UU en 2013, con la llegada del Chevrolet Spark eléctrico. Durante unos años su presencia se limitó a un puñado de vehículos eléctricos de nicho, sin llegar a alcanzar ventas generalizadas. En 2014, la llegada del BMW i3 dio el pistoletazo de salida a este estándar en un vehículo con alto volumen de ventas.
El estándar japonés CHAdeMO llegó tres años antes que el Model S. Estaba siendo utilizado en docenas de cargadores rápidos implementado en el Nissan Leaf y Mitsubishi i-MiEV. Nissan es el último fabricante de automóviles que actualmente ofrece un vehículo para el mercado estadounidense con el puerto de carga rápida CHAdeMO: el Leaf. Sin embargo, la inclusión del estándar CCS en el próximo Ariya, supone una declaración clara de intenciones por parte del fabricante japonés.
Tesla y su CEO, Elon Musk, han mostrado la idea de abrir el estándar durante años al resto de fabricantes, pero hasta ahora ninguno ha hecho público su intención de hacerlo, con la excepción de Aptera que sí lo ha incluido en su vehículo eléctrico solar de tres ruedas. Además, la red de recarga de EVgo sigue siendo la única que tiene como objetivo agregar más cargadores Tesla.