Normalmente la subida a Pikes Peak tiene por objetivo, como casi cualquier otra carrera, completar su recorrido lo más rápido posible. Sin embargo, el duelo que nos ocupa hoy tiene una finalidad ligeramente distinta: se trata de descubrir cuál de los contendientes llega antes a la cima y cuál vuelve antes al punto de partida, pero también saber cuál de los dos es más eficiente y cuál recupera más energía en la parte del descenso. Hablamos del Tesla Model Y y el Hyundai Nexo: un coche eléctrico de batería y otro, también eléctrico, con una pila de combustible alimentada de hidrógeno.
El vídeo de The Fast Lane Car se ha llevado a cabo en condiciones de circulación y velocidad normales, no durante una subida con tramos cerrados al público, por lo que había límites de velocidad y más coches en la carretera. Dicho de otra forma, la carrera no trata de ir a hierro, sino de comprobar qué tipo de tecnología es más eficiente en este ascenso-descenso con una conducción, digamos, normal. No obstante, la propia definición de eficiencia implica que será más eficiente el que haga más (o más rápido, en este caso) con menos (energía).
Antes de continuar cabe mencionar que el vídeo está en las antípodas de ser un estudio científicamente riguroso sobre consumos energéticos. De hecho, es simplemente un divertimento entre un padre y un hijo para disfrutar con sus coches del recorrido de 19,6 km y 156 curvas que discurren a lo largo de Pikes Peak, con sus correspondientes 1400 metros de elevación. Al finalizar la carrera bromean con hacer unos noodles con el agua caliente que ha salido por el tubo de escape del Nexo; del Model Y ni siquiera se menciona el consumo energético.
Si hacen mención al consumo del Hyundai Nexo: 25,7 MPGe (unidad de medida establecida por la EPA para poder comparar directamente el consumo de energía entre coches de combustión y eléctricos). Una cantidad equivalente a 9,15 litros de gasolina cada 100 kilómetros. Recordemos que el recorrido de ascenso es exigente, muy largo y con bastante pendiente, si bien en el descenso puede verse favorecido al ir recuperando energía.
Una anécdota curiosa tiene lugar en el momento en que les comprueban la temperatura de los frenos (para comprobar si están demasiado castigados y pudieran suponer un peligro en próximas frenadas), a lo que bromean respondiendo que no los han usado en ningún momento. La recuperación energética ha hecho su trabajo no solamente recargando las baterías, también evitando recalentar el sistema de frenos convencional.
Llegados a este punto, ¿qué tecnología? Lo cierto es que no hay respuesta categórica para esa pregunta, aunque a día de hoy sí se pueden valorar ventajas e inconvenientes de cada una de ellas. Por un lado, la batería del Tesla Model Y tarda en cargarse mucho más de lo que se tarda en repostar un Nexo (apenas cuatro o cinco minutos), y además proporciona menos autonomía: 666 km del Nexo frente a 505 km del Model Y Gran autonomía, según ciclo WLTP.
Sin embargo, el Hyundai Nexo tiene un enorme inconveniente y es la falta de puntos de abastecimiento. Sin ir más lejos, en España no llega a una decena el número total de hidrogeneras disponibles, un número a todas luces insuficiente para poder viajar cómoda y tranquilamente con un coche de hidrógeno. Por contra, la red de Supercargadores de Tesla no deja de crecer y es prácticamente la red más amplia y confiable para recargar un Model Y o el resto de los modelos de la marca.