Hace prácticamente un año que la Gigafactoría de Tesla en Berlín comenzó su actividad de forma oficial. Tras varios meses de retraso en la construcción, en marzo del año pasado Elon Musk inauguró las instalaciones por todo lo alto. Desde entonces, la planta alemana ha vivido tiempos difíciles que siempre ha sabido resolver. La producción avanza a tan buen ritmo que los directores están decididos a incrementar el volumen de trabajo. Las autoridades alemanas han recibido una solicitud por parte de Tesla para ampliar la capacidad operativa de la fábrica hasta alcanzar el millón de unidades.
Cuando se ejecutaron los planos de la actual factoría se estimaba una producción máxima de medio millón de coches por año, unas 10.000 unidades por cada siete días teniendo en cuenta las 52 semanas del año. A finales del mes pasado Tesla comunicaba oficialmente que los trabajadores alemanes ya eran capaces de ensamblar 4.000 unidades del Model Y Performance por semana, lo que se traduce en una producción anual equivalente a las 200.000 unidades y creciendo. Las últimas cifras ya sitúan la carga de trabajo en casi 5.000 vehículos por semana.
Teniendo esto en cuenta, tal y como recoge Electrek, las autoridades alemanas han recibido una solicitud de la fábrica para ampliar su capacidad operativa hasta el millón de unidades por año. Eso quiere decir que Tesla espera poder duplicar las cifras inicialmente previstas para la Gigafactoría de Berlín. Los planes de ejecución están ahora sobre la mesa de la Oficina Estatal de Medio Ambiente para aprobar, negociar o pulir cualquiera de los pliegos del proyecto. Se espera que la siguiente etapa esté cargada de complicaciones para los trabajadores de la marca americana.
Y es que Tesla no pasa por su mejor momento de imagen en Alemania. Diferentes asociaciones y grupos ecologistas han acusado a la compañía de ser poco respetuosa con el medioambiente. La Asociación para la Naturaleza y el Paisaje de Brandeburgo (VNLB, por sus siglas en alemán) ha presentado tres cargos penales contra los responsables de Tesla Manufacturing Brandenburg SE y las empresas ejecutoras de las obras por "sospechas de contaminación del agua" y un posible delito grave contra el medioambiente. El momento no puede ser más inoportuno pues la decisión de ampliación estará condicionada por dichas acusaciones.
Los próximas semanas y meses se presentan especialmente tensas con las autoridades germanas. Tesla tiene planes muy ambiciosos para su primera planta en Europa y espera que las acusaciones no afecten a los plazos de ejecución. Los directivos de la fábrica han reconocido que entre los objetivos de la ampliación está el cuidar el uso del agua y el tratamiento de los residuos. Afirman que no será necesario usar más agua ya que se ha aprobado un programa de reutilización suficiente para la expansión de la actividad que no debería afectar ni al uso ni al tratamiento de los desperdicios generados.
¿Llegada de un nuevo modelo?
El simple hecho de que Tesla quiera ampliar los horizontes de la Gigafactoría de Berlín es sinónimo de que puedan estar pensando en la producción de un segundo coche en las instalaciones. Actualmente los trabajadores se encargan exclusivamente de la producción del Model Y Performance, mientras que el Tesla Model 3, en todas su versiones, deriva directamente desde China. Está claro que la nueva capacidad de la fábrica permitirá incluir un segundo modelo en las líneas, pero por el momento nadie en el seno de la compañía ha realizado comentario alguno al respecto.