El fabricante español de vehículos eléctricos y conectados Torrot cerró el pasado ejercicio con un beneficio bruto de explotación (EBITDA) de 900.000 euros, lo que supone alcanzar cifras positivas "apenas dos años después" del reinicio de su actividad.
La firma señaló que durante 2017 "encadenó" cifras positivas de Ebitda desde abril hasta cerrar el año, lo que le permitió finalizar el ejercicio con un resultado bruto de explotación positivo de 900.000 euros, "algo inusual en una compañía tecnológica que acaba de renacer, con un nuevo modelo de negocio, que ha registrado un notable crecimiento en apenas un año, pero que aún está en una fase de desarrollo".
La corporación, que fue refundada en 2015, contabilizó una cifra de negocio de 39,3 millones de euros al término del año pasado, lo que se traduce en una significativa progresión del 171% respecto a los datos del año anterior.
Torrot apuntó que ya en la primera mitad del año pasado logró superar la facturación total contabilizada en 2016, que se situó en 14,5 millones de euros, al registrar unos ingresos de 21 millones de euros hasta junio.
El fundador de la nueva Torrot, Iván Contreras, aseguró que han creado una empresa que ofrece dispositivos tecnológicos de "alto nivel", así como plataformas de movilidad personal, sostenible e interconectada.
"Los indicadores financieros de la compañía nos señalan que hemos cogido el camino correcto. Es realmente inusual que una empresa tecnológica de nueva creación con un crecimiento tan relevante en tan poco tiempo haya dado incluso un Ebitda positivo en apenas dos años de actividad", añadió.
Desde la empresa destacaron el comportamiento de su división Torrot Tech, dedicada al desarrollo tecnológico para la mejora de las prestaciones de la plataforma, que contabilizó unos ingresos de 2,09 millones de euros el año pasado, un 5,3% de la facturación total de la corporación.
Tres nuevos modelos en 2018
Torrot explicó que, durante el año actual, prevé ampliar su gama de producto con la incorporación de nuevos modelos, que se sumarán a la oferta actual que al cierre del año pasado estaba compuesta por nueve variantes.
Entre los nuevos modelos que prevé lanzar la empresa en 2018 se encuentra el Velocípedo, un vehículo eléctrico de tres ruedas que contará con dos versiones, una denominada cargo y otra biplaza. La firma también introducirá el Movak, que se puede utilizar tanto en ciudad como en el campo y, en enero, puso a la venta la GasGas TXE.
La compañía recordó que ha realizado una inversión de dos millones de euros en dotar a la planta de Salt (Girona) de nuevos desarrollos tecnológicos y de elementos de última generación para implantar en las motocicletas de campo el motor eléctrico y el ordenador de a bordo. La firma también está inmersa en los trabajos de acondicionamiento y en la inserción de tecnología punta en la factoría de Cádiz, con una inversión de doce millones de euros.