Con normativas y hojas de ruta que acotan la actividad de los grandes fabricantes hacia el coche eléctrico cada vez de manera más férrea, aun existen fabricantes que creen que el futuro del automóvil no ha de estar completamente ceñido a este. Así lo indica Toyota, que es uno de los pocos que de momento se resiste a anunciar una fecha en la que dejará de trabajar con motores de combustión interna.
No obstante la postura en la que se refugia Toyota no defiende el hecho de no adentrarse por completo en la movilidad eléctrica, sino que en lugar de ello la firma quiere un futuro en el que sea posible elegir entre un abanico más amplio de tecnologías de propulsión en el que el público tenga la opción de elegir más allá de coches eléctricos.
Así lo ha expresado anteriormente Shigeki Terashi, miembro de la junta directiva de Toyota Motor Corporation quien exponía que aún "es demasiado pronto como para centrase en una sola opción." Ahora los comentarios del directivo japonés se han visto respaldados ahora por el científico jefe de Toyota Motor Corporation, Gill Pratt, en unos comentarios efectuados en una cumbre celebrada por Reuters.
Comentaba Pratt acerca de la visión de Toyota en cuanto a tipos de tecnología en el futuro: "Toyota cree en la diversidad de tipos de propulsión. No nos corresponde a nosotros predecir qué solución es la mejor o decir qué es lo que funcionará".
Más allá de coches híbridos, Toyota es probablemente, junto con Hyundai Motors, el fabricante que más avanzada tiene la tecnología de la pila de combustible de hidrógeno en el mercado. De momento la firma japonesa no ha comercializado coches eléctricos en Europa, aunque ello está a punto de cambiar con el prometedor Toyota bZ4X, un SUV eléctrico ante cuyo estreno el fabricante japonés se ha mostrado realista.
La postura del fabricante japonés podrá sorprender a muchos, pues gracias a que fue el primer gran fabricante en lanzarse a producir coches híbridos en serie, Toyota ha desarrollado una personalidad e imagen fuertemente ligada a los coches electrificados.
Sin embargo, y a pesar de lo que se pueda extraer de los comentarios de sus máximos responsables, Toyota no está en contra del coche eléctrico ni a favor de ninguna tecnología de propulsión en particular. Los japoneses tan sólo defienden que los compradores tengan donde elegir, y que dejarán de trabajar con cierto tipos de coches cuando la demanda así lo requiera, así como reforzarán otro tipo de tecnología cuando el mercado acentúe su interés en ciertos tipos de coches.
Otro gran fabricante que tiene una postura muy similar a Toyota es el Grupo BMW, aunque los alemanes se encuentran mucho más avanzados en materia de coches eléctricos de producción, pues hoy mismo hemos anunciado el comienzo de producción del BMW i4.