Toyota está decidida a apostar por el coche eléctrico y hacerlo, además, con tecnologías innovadoras. Al menos eso deducimos del sistema que ha registrado en la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos (USPTO) sobre un motor integrado en la propia rueda del coche. Algo que no es nuevo, pero en este caso añade un sistema innovador.
La solicitud de patente se presentó en octubre del año pasado y fue publicada por la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos a finales del pasado julio. En ella se detalla un diseño innovador para la transmisión del conjunto propulsor, con un sistema que utiliza dos engranajes helicoidales y rodamientos/cojinetes de empuje que permiten que la transmisión pueda soportar mayores cargas axiales sin un aumento significativo del peso.
Reducir el peso de un coche siempre es un objetivo prioritario: menos masa se traduce en menor consumo, mejor dinámica de conducción y menor distancia de frenada, entre otras cosas. Pero en el caso de los motores integrados en las ruedas es todavía más importante, pues se trata de un sistema complejo y pesado por naturaleza que añade masa no suspendida.
Reducir el peso de la caja de engranajes ayuda a reducir la masa no suspendida, que es uno de los principales desafíos de este tipo de tecnología. La masa no suspendida se refiere a la masa de piezas y componentes que no están soportados por la suspensión, como los motores eléctricos en este caso, lo que inherentemente afecta a la conducción del vehículo.
Esta tecnología podría supone un avance hacia vehículos eléctricos más eficientes (los motores integrados en las ruedas reducen las pérdidas de energía) y más compactos (liberan espacio en el chasis). Y aunque está comenzando a aparecer gradualmente en vehículos eléctricos de pasajeros, la tecnología de motores integrados en las ruedas todavía tiene importantes desafíos técnicos que resolver antes de ser algo común.
La solicitud de patente no implica necesariamente que el producto vaya a llegar al mercado, pero Toyota ha mostrado un interés constante en los motores integrados en las ruedas. La compañía nipona ha presentado varias patentes relacionadas con esta tecnología en los últimos años, lo cual sugiere que esta tecnología podría estar candente en los laboratorios de I+D de la marca japonesa.
Hace más de una década, Toyota ya había mencionado los motores integrados en las ruedas como una opción viable para mejorar la eficiencia y el aprovechamiento del espacio en sus vehículos. De hecho, se llevó a prever que el Toyota iQ EV incorporara esta tecnología, aunque finalmente llegó al mercado con un motor tradicional. Más recientemente, la compañía ha insinuado el uso de motores en las ruedas en su concept car Lunar Cruiser. General Motors e Hyundai también han hecho sus pinitos con esta tecnología, aunque de momento en ningún vehículo de producción.