Con su primera incursión en el mercado de los vehículos eléctricos, Toyota quiere capitalizar su larga experiencia en la fabricación de modelos electrificados y la excelente reputación de fiabilidad que ha acumulado durante todos estos años. En las especificaciones de la batería del bZ4X, el fabricante japonés pone el énfasis en la seguridad y en la autonomía aplicadas al mundo real, sin por ello perder rendimiento en relación con la competencia. Toyota ha implementado una serie de medidas en el proceso de fabricación que garantizan la calidad y la baja degradación de sus baterías.
Toyota ha ido retrasando su incorporación al mercado de modelos totalmente eléctricos con el argumento de la escasa autonomía y la lenta implantación de la infraestructura de recarga como principales motivos para ello. En estos últimos años ha continuado explotando el concepto de sus híbridos eléctricos autorecargables como argumento de ventas, por encima de la "incomodidad" que supone convivir con un coche totalmente eléctrico.
Pero los tiempos han cambiado y la tecnología de las baterías ya permite que la mayoría de los coches eléctricos del mercado realicen viajes largos. Con la infraestructura de recarga todavía como el hándicap más importante para que cualquier viaje se pueda realizar con total seguridad de no quedarse sin energía, Toyota ha decidido dar el salto a la movilidad 100 % eléctrica.
La nueva familia de coches eléctricos denominada Beyond Zero (bZ) contará con varios modelos eléctricos basados en la misma plataforma e-TNGA (Toyota New Global Arquitecture), sobre la que se implementarán todas las tecnologías de Toyota, entre ellas las mismas baterías desarrolladas de manera interna por el fabricante japonés.
Plataforma e-TNGA sobre la que se implementarán todas las tecnologías de Toyota entre ellas las baterías desarrolladas de manera interna por el fabricante japonés.
Son precisamente las baterías la base de la estrategia comercial de Toyota para esta nueva gama de coches eléctricos. Su seguridad, su rendimiento, su fiabilidad son el argumento que ofrece a sus clientes para asegurarles la máxima tranquilidad a la hora de utilizar sus nuevos modelos. Además, esta táctica pretende capitalizar la excelente reputación de fiabilidad que se ha forjado con su gama híbrida.
El mensaje pretende jugar un papel diferenciador clave en un mercado en el que las marcas rivales ya llevan trabajando un tiempo. Al presentar las especificaciones de la batería para su nuevo crossover eléctrico, el bZ4X Toyota alude a la seguridad y la autonomía en el mundo real como las principales prioridades para sus vehículos eléctricos.
La batería de iones de litio de 71,4 kWh de capacidad del bZ4X, que homologa una autonomía de 500 kilómetros, está a la par en cuanto a prestaciones que el resto de marcas de la competencia. Pero Toyota hace hincapié en los activos intangibles incorporados a base de la experiencia de una marca que vende vehículos electrificados desde 1997: "tranquilidad" en cuanto a su rendimiento y su durabilidad. "En comparación con otras compañías, tenemos más historia y experiencia, que están presentes en la serie bZ e incluidas en las baterías", asegura Kouji Toyoshima, ingeniero jefe de Toyota ZEV Factory, responsable de los productos de vehículos eléctricos de la compañía.
Medidas para asegurar la fiabilidad y la seguridad
Toyota ha implementado una serie de medidas que garantizan estos activos. En primer lugar, el fabricante de automóviles promete que sus paquetes de baterías tendrán una retención de capacidad del 90 % tras 10 años de uso. Una cláusula que más adelante sabremos si se incorpora en el contrato de garantía de sus coches eléctricos.
Arquitectura eléctrica del Toyota bZ4X.
Toyota se compromete a implementar un sistema de control de calidad muy elevado en sus procesos de producción de baterías. Eliminará los fallos de fabricación que puedan provocar un calentamiento anormal de este componente y que en algunas circunstancia podría ser la causa de un incendio.
Además, los sistemas de monitoreo redundantes para el voltaje, la corriente y la temperatura de la batería agregarán una capa extra de seguridad. Toyota incorporará un refrigerante de alta resistencia recién introducido para evitar que los incendios provoquen cortocircuitos. Finalmente, el fabricante japonés integrará sus paquetes de baterías en la carrocería del vehículo para garantizar una protección máxima en caso de colisión.
Medidas para asegurar la autonomía
Para extender el rendimiento de la batería, Toyota ha diseñado los servicios a bordo de bZ4X para minimizar su consumo de energía de manera que el mayor porcentaje de su capacidad se destine a impulsar las ruedas. Así, por ejemplo, ha implementado un sistema de calefacción muy eficiente por bomba de calor, al tratarse de uno de los elementos clave en los consumos, sobre todo en invierno. El coche incorpora calefacción en los asientos y en el volante y, por primera vez en un Toyota, utiliza calefacción radiante para los pies en los asientos delanteros. El objetivo es calentar a los pasajeros de forma rápida y directa sin desperdiciar calor en todo el habitáculo.
En algunos mercados, el bZ4X podrá incorporar un techo con paneles fotovoltaicos, que ayudará a la recarga de la batería. Se trata de la misma tecnología que ya fue implementada en el Prius híbrido enchufable. Toyota calcula que podrá generar suficiente electricidad en el transcurso del año como para alimentar recorrer 1.800 kilómetros. Considerando que, por ejemplo en Japón, la media de kilómetros anuales recorridos por los conductores es de 10.000, esta ayuda supone un 18 % de kilometraje anual completado gracias a la energía solar.
Dos diseños
El Toyota bZ4X saldrá a la venta a mediados de 2022 en los mercados de Japón, Europa, Estados Unidos y China. El fabricante espera multiplicar por cuatro las ventas de vehículos electrificados a finales de esta década, pasando de 1,96 millones en 2020 a 8 millones en 2030. Aproximadamente dos millones serán vehículos cero emisiones entre los alimentados por baterías (la mayoría) y los de pila de combustible de hidrógeno.
El bZ4X se producirá en Japón y China y se venderá en todo el mundo. Debido a que se espera que los volúmenes sean limitados, al menos en el período de ventas inicial, Toyota tiene la intención de fabricar el vehículo eléctrico en líneas mixtas junto a otros vehículos tradicionales, marcando así una diferencia con otros fabricantes que dedican líneas exclusivas y especialmente diseñadas para la fabricación de los modelos 100 % eléctricos.
Versión japonesa del Toyota bZ4X.
El bZ4X presentado el pasado 29 de octubre se corresponde con la versión japonesa. Si bien muchos de los detalles serán similares en el resto de los mercados, el tamaño y la autonomía de la batería podrían diferir ligeramente respecto al modelo que ya se conoce. La gama comercial en Japón contará con dos versiones, ambas con una batería de litio de 71,4 kWh de capacidad. La diferencia fundamental entre ellas se encuentra en el sistema de propulsión.
La versión con tracción delantera contará con un único motor eléctrico de 150 kW (201 CV) situado en el eje delantero, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 8,4 segundos y que ofrecerá una autonomía de 500 kilómetros en el ciclo de homologación WLTP.
La versión con tracción total cuenta con un motor de 80 kW (107 CV) en cada uno de los ejes de manera que acelera de 0 a 100 km/h en 7,7 segundos. En este caso la autonomía se reduce a 460 kilómetros.
Interior futurista con dos volantes a elegir
El interior del bZ4X está presidido por una enorme pantalla digital vertical que domina el salpicadero. El tablero de instrumentos aparece empotrado en el volante sobresaliendo hacia el conductor. Según Toyota este diseño ayuda a crear una sensación de espacio abierto en la cabina y mejora la visibilidad.
El volante sin aro superior y dirección por cable se ofrecerá como opción en China para posteriormente lanzarse en otros mercados.
El bZ4X ofrecerá dos opciones para el volante. Uno es el tradicional, de forma circular, y el otro es un volante estilo aviación, en forma de mariposa y sin aro superior que emplea la tecnología de dirección por cable en la que no hay vinculación mecánica con las ruedas. Toyota lo denomina "agarre de un movimiento". Esta opción se introducirá en China y se lanzará a otros mercados a partir de 2022, aunque no se ha especificado si llegará a todos.