La industria automotriz se enfrenta a su mayor transformación tecnológica desde que el automóvil se inventó hace más de un siglo, con los sistemas de conducción autónoma, los automóviles eléctricos y las iniciativas de transporte compartido ahora en rol protagónico.
La revolución de la industria no deja indiferente a ningún fabricante, que han debido adaptarse para no quedar rezagados. Ahora es más difícil ganar dinero produciendo piezas mecánicas tradicionales, ya que se fabrican menos automóviles de gasolina.
Estos son algunos ejemplos de cómo la industria automotriz se está reinventando:
Fiat Chrysler se separó de Ferrari hace dos años, y planea una estrategia similar para las unidades de componentes Magneti Marelli y Comau, para que cada firma opere por separado y organice su cronograma de forma independiente.
En diciembre, Delphi dio a luz a Delphi Technologies, que se centrará en motores de gasolina y eléctricos, y Aptiv, que desarrollará automóviles conectados y autónomos.
Daimler decidió convertirse en una compañía de tres divisiones: Mercedes-Benz Cars & Vans, Daimler Trucks & Buses y la unidad de servicios financieros, mientras que los socios Volkswagen y Hyundai se unieron la semana pasada a una startup llamada Aurora, conformada por expertos de la industria.
Por su parte, Continental y Robert Bosch acordaron comprar participaciones del 5% cada una en la empresa alemana de mapas Here, propiedad de Daimler, BMW y Audi. Por su parte, Intel adquirió a Mobileye, un productor de cámaras y software de alta tecnología enfocado en el desarrollo de la conducción autónoma.
BMW está reviviendo el desarrollo de su submarca de automóvil electrificado "BMW i", actualmente restringida al automóvil con batería i3 y al coche deportivo híbrido enchufable i8.
Volkswagen instaló la división digital MOIA en 2016, centrándola inicialmente en servicios como el transporte compartido, y planea potenciar la familia de coches eléctricos I.D. para 2020. Mercedes, por su parte, desarrolla sus coches eléctricos EQ.