Este pasado sábado Donald Trump firmó la orden ejecutiva que impone nuevos aranceles a las importaciones procedentes de Canadá, México y China. Son tres de los mayores socios comerciales de Estados Unidos y las primeras reacciones no se han hecho esperar: el sector del automóvil teme un colapso de la producción, los fabricantes europeos también se verán afectados y las bolsas europeas han abierto con caídas.
Desde el pasado sábado, la Casa Blanca ha empezado a aplicar los aranceles del 25% sobre los productos importados de México y Canadá, y del 10% sobre los productos importados desde China. La medida, confirmada por la secretaria de prensa Karoline Leavitt, ya la había anunciado Trump el pasado mes de noviembre.
Pocas horas después de poner en marcha la medida, el presidente republicano aseguró que los aranceles fueron implementados a través de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), debido a "la gran amenaza de los extranjeros ilegales y las drogas mortales que matan a nuestros ciudadanos, incluido el fentanilo", según publicó Trump en su perfil de Truth Social.
"Necesitamos proteger a los estadounidenses, y es mi deber como presidente garantizar la seguridad de todos", publicó Trump en su red Truth Social. Sin embargo, los aranceles amenazan con desatar una guerra comercial y elevar el precio de muchos productos, incluidos los automóviles.
La industria del automóvil alerta de pérdida de empleos
Desde la Asociación Canadiense de Fabricantes de Vehículos (CVMA en inglés), formada por General Motors, Ford y Stellantis, aseguran que el sector "se enfrenta a posibles parones en Norteamérica, no sólo en Canadá y México, sino también en Estados Unidos". Añadieron además que los aranceles de Donald Trump supondrán la destrucción de empleos y un aumento "de miles de dólares" en los precios de los automóviles para los estadounidenses.
En Estados Unidos, la asociación de productores del sector en el estado de Michigan (MichAuto) criticó duramente los aranceles y advirtió del "daño colateral" que provocarán. "Nuestras economías están unidas de forma íntima", dijo su director ejecutivo, Glenn Stevens, en un comunicado. "MichAuto y sus integrantes están preocupados por el daño colateral que sufrirá el sector manufacturero, el impacto que tendrá en los empleos de los habitantes de Michigan y el hecho de que los consumidores sentirán el aumento del coste", añadió.
Alrededor del 40% de la producción de General Motors se lleva a cabo en Canadá y México. Solamente en México, General Motors produce unos 845.000 vehículos al año de ocho modelos diferentes, algunos de enorme popularidad como la Chevy Silverado, que luego son exportados en su mayoría a EEUU y Canadá. Ford sólo fabrica tres: Bronco, Maverick y el Mustang Mach-E eléctrico. Pero no sólo afectará a los fabricantes norteamericanos, también a los europeos, japoneses y coreanos.
Por ejemplo, Audi fabrica en México uno de sus modelos más vendidos en Estados Unidos, el Audi Q5. El grupo Hyundai-Kia los modelos K4 y Tucson, mientras que Toyota produce el Tacoma en México y el RAV4 y algunos modelos de Lexus en Canadá. También Nissan tiene un importante foco de producción en México, donde fabrica más de 320.000 vehículos al año.
Canadá y México ya han respondido
El presidente estadounidense reconoció este domingo que los aranceles que anunció el sábado causarán "dolor" a Estados Unidos, pero los justificó en que el resultado "merecerá el precio a pagar". Canadá ha sido el primer país en reaccionar a los aranceles de Trump, respondiendo también con aranceles en el sentido opuesto.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, adviritó que su país "no tolerará un ataque de un país que se supone aliado y amigo" y anunció que Canadá responderá con la misma receta: aranceles del 25% a una lista de productos estadounidenses por valor de 30.000 millones de dólares estadounidenses a partir del martes 4 de febrero. Después habrá una segunda etapa sobre otros productos, por valor de 125.000 millones, que se aplicará tres semanas después.
Los nuevos aranceles de Trump son un duro golpe para la economía canadiense, que envía a Estados Unidos el 76% de sus exportaciones. Según un informe reciente del Banco de Canadá, los aranceles podrían reducir el PIB del país un 2,4% en el primer año desde su entrada en vigor.
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió con un comunicado a la decisión de Trump. Dijo que "México no quiere confrontación", llamó al diálogo con Estados Unidos y anunció que estudiarán "medidas arancelarias en defensa de los intereses de México". Sheinbaum reiteró que están "preparados para cualquier escenario" y que actuarán "con la cabeza fría", asegurando que su gobierno cuenta con "plan A, plan B y plan C".
La Unión Europea será la siguiente
La Unión Europea también está en el punto de mira de Donald Trump. El presidente republicano ha dicho que "definitivamente" impondrá aranceles a los productos de la Unión Europea, aunque no ha especificado qué bienes estarán se verán afectados ni cuándo entrarán en vigor.
"Nos tratan muy mal. No aceptan nuestros coches, no aceptan nuestros productos agrícolas, esencialmente no aceptan casi nada, y tenemos un enorme déficit con la Unión Europea. Así que haremos algo muy importante con la UE, vamos a equilibrar la balanza", dijo Trump en una rueda de prensa en el Despacho Oval de la Casa Blanca.
Según datos de la Comisión Europea, en 2023 la Unión Europea exportó a Estados Unidos bienes por valor de 502.000 millones de euros, mientras que las importaciones fueron de unos 340.000 millones de euros. Un superávit en la balanza comercial a favor de la Unión Europea que Donald Trump se ha propuesto equilibrar más a favor de Estados Unidos.