Existe aún mucha incertidumbre ante los sucesos que puedan darse lugar a partir del año 2035. Como bien es conocido, desde dicha fecha quedará oficialmente prohibida la venta y comercialización de coches con motor térmico en toda la Unión Europea (incluidos los híbridos de cualquier tipo). Sin embargo, la UE continúa dejando un pequeño viso de esperanza para algunos fabricantes que todavía se niegan a matar definitivamente al motor térmico.
Por lo general, la mayoría de compañías están ya enfocadas en el desarrollo de la movilidad eléctrica para los próximos años y la mayoría de ellas ya contempla una gama formada exclusivamente por coches eléctricos a finales de esta década o principios de la siguiente. Por ello, no sería descabellado ver cómo muchas de ellas se adelantan incluso a la fecha propuesta por la legislación europea.
Porsche o Lamborghini esperan a los e-Fuels
No obstante, existen otras marcas que piensan en estirar lo máximo posible la vida de sus motores térmicos, aunque estas suelen ser firmas de tirada más limitada y exclusiva que las más populares y generalistas. Tal es el caso de Porsche, por ejemplo, que espera alargar al 911 con bloque de combustión “todo lo que puedan”. También es el caso de Lamborghini, que deja la puerta abierta a no comprometerse por completo con los vehículos eléctricos.
En su declaración ante Autocar, el CEO de Lamborghini, Stephan Winkelmann puntualizó que la marca "puede permitirse el lujo de dejar la puerta abierta todavía durante algunos años. Los coches deportivos con combustible sintético serían un salto más fácil para nosotros, pero tenemos que esperar y ver qué deciden los legisladores al respecto y si podemos llegar a un acuerdo global sobre su viabilidad”.
Pese a que la compañía ya se ha comprometido a lanzar algunos vehículos eléctricos próximamente, el CEO, como puede verse, no cierra la puerta a continuar fabricando motores térmicos. Según Winkelmann, la idea de la marca es que estos motores futuros puedan ser hibridados y que convivan con alternativas totalmente eléctricas.
“Ciertamente, vemos una clara tendencia de nuestros compradores más jóvenes hacia la sostenibilidad. La huella de nuestra marca en términos de emisiones por volumen es insignificante; pero nuestro sentido de responsabilidad social es mucho mayor y tenemos que honrarlo”, aseguró Winkelmann.
Por otro lado, tampoco rechaza firmemente la idea de que Lamborghini se vuelva completamente eléctrica. Todo dependerá, por supuesto, de la legislación que se acabe imponiendo en la Unión Europea. Según el CEO, la próxima generación de deportivos, que llegará presuntamente en 2024, tendrá una vida de unos “ocho o nueve años”. Esto apunta a que el desarrollo de un sustituto debería comenzar en 2030. En ese momento, será cuando la cúpula de la compañía comience a indagar las intenciones del mercado y las posibilidades de cara a los siguientes años.
“Cuando miro hacia atrás, cinco o seis años, tomar la decisión de pasarnos al modelo híbrido fue algo difícil. Nadie pensó que sería aceptado. Por eso, hay que pensar en la opinión pública como si de una película se tratara y no como si fuese una instantánea”, puntualizó el responsable.
Si bien la mayoría de compañías están a la espera de lo que se pueda producir en el seno de la Unión Europea en cuanto a legislación, lo cierto es que la tendencia hacia la electrificación es ya un hecho y será realmente difícil encontrar una alternativa a esta que sea equiparable en costes y precios de venta y que desarrollo avance de forma tan progresiva.
