Volkswagen ha entregado a 150 de sus empleados una unidad del nuevo Volkswagen ID.3 para que realicen pruebas de estrés en situaciones reales de la vida cotidiana. El fabricante alemán quiere asegurarse el máximo control de calidad y pulir la respuesta de los coches para que respondan de la manera más adecuada al uso habitual que harán sus clientes. Por eso ha seleccionado, al azar, 150 perfiles de comportamiento con los que cubrirá las necesidades de la mayoría de los futuros propietarios del vehículo. Además, durante esta fase de pruebas, los coches irán recibiendo varias actualizaciones de software para alcanzar la versión con la que serán entregadas las primeras unidades este verano, que, aunque tampoco será la definitiva, sí debe ser al menos funcional.
El Volkswagen ID.3 continúa periplo previo a las entregas de las primeras unidades este mismo verano. En este caso serán los empleados los encargados de realizar las pruebas de estrés reales en tres ubicaciones de la región de Sajonia. Volkswagen quiere ofrecer una "garantía de calidad adicional antes del lanzamiento al mercado". Los ingenieros evaluarán, a través de datos anónimos, el funcionamiento práctico y el comportamiento real que ofrece la conducción del Volkswagen ID.3.
Los empleados, todos ellos voluntarios y posteriormente seleccionados al azar mediante un sorteo, pertenecen a los centros de trabajo de Chemnitz, Dresden y Zwickau. Durante las próximas semanas, y en varias etapas, tendrán a su disposición una unidad del coche que mecánicamente será idéntica a las que se entreguen a los clientes, aunque, como ya es sabido, no contarán con el software definitivo, que todavía se está terminando de desarrollar por parte de Volkswagen.
Según ha declarado Thomas Ulbrich, responsable de movilidad eléctrica del Grupo Volkswagen, estos empleados aportarán datos anónimos que corresponder a diferentes perfiles integrales de conducción, que son "extremadamente valiosos" ya que abren un "mayor potencial de optimización en este período previo al lanzamiento en el mercado europeo del ID.3" . Volkswagen no solo recibirá los datos técnicos del comportamiento de los coches en situaciones reales. También recibirá la retroalimentación de sus empleados, cuya percepción del coche será similar a la que reciban los futuros clientes. "Nuestro equipo en Zwickau no solo está construyendo el ID.3 con los más altos estándares de calidad, también está ayudando activamente en el desarrollo de la tecnología para todos nuestros coches eléctricos", ha añadido Ulbrich.
Linea de producción del Volkswagen ID.3 en Zwickau.
Esta flota de 150 unidades dispone de una versión del software previa a la que se entregará a los clientes este verano. Volkswagen ha querido hacerlo así para comprobar el funcionamiento de su sistema de actualización ya que recibirán ese software en varias fases durante la prueba. Como ya informó el fabricante hace unos días, los primeros clientes recibirán un software que no incorpora dos funciones que tendrán que ser actualizadas por el concesionario. No habrá conexión en línea por lo que no será posible manejar las aplicaciones que precisen de ella y no dispondrán del parabrisas con realidad aumentada en el que se integra el navegador y los sistemas de ayuda al conductor.
Con una autonomía máxima de hasta 550 kilómetros, el Volkswagen ID.3 1st estará disponible en Alemania a partir de 39.995 euros con tres niveles de equipamiento. Esta edición de lanzamiento llegará con batería de 58 kWh y 420 km de autonomía WLTP. Los precios en España todavía no se han hecho oficiales. Los clientes tendrán que esperar hasta el próximo mes de julio para formalizar las reservas y hasta el mes de septiembre para recibir las primeras unidades. Tras la versión de lanzamiento, las versiones normales se venderán con cinco paquetes de equipamiento, 8 colores de carrocería, cinco niveles de potencia y tres tamaños de batería que ofrecerán entre 330 y 550 kilómetros de autonomía WLTP.