El Grupo Volkswagen está buscando aliarse con otras empresas implicadas en la conducción autónoma para crear una serie de estándares industriales para esta tecnología. La estandarización de los sistemas físicos y del software asociado que recoge los datos y gestiona las respuestas de los vehículos ayudaría a una mejor protección legal en el caso de que se produzca un accidente.
Según informa Autonews, Volkswagen está en conversaciones con 15 compañías diferentes, entre las que se encuentran varios fabricantes de automóviles. El directivo del grupo alemán, responsable de las conversaciones, está planteando acuerdos para compartir los costes, los riesgos y las diversas responsabilidades. "Con la estandarización, cuando un vehículo autónomo se ve involucrado en un accidente, el fabricante tiene mayores posibilidades ante un tribunal si puede demostrar que cumple con los últimos estándares del mercado", ha declarado. La creación de un estándar para la industria de la conducción autónoma significaría que todos los fabricantes utilizasen el mismo kit de sensores y el mismo software, para lo que se necesitaría una cooperación general entre todos ellos.
Los obstáculos regulatorios y normativos, relacionados con la responsabilidad en caso de accidente, a los que se enfrenta esta nueva industria, son enormes. Es necesario limitar y resolver multitud de dilemas tanto éticos como legales. Tras el accidente mortal ocurrido en Arizona en el que se vio involucrado un Volvo autónomo de Uber, las reclamaciones y demandas por accidentes se han intensificado. "No creo que seamos los únicos que nos preguntamos si realmente queremos asumir este tipo de riesgos", dijo el ejecutivo. "Nadie quiere una repetición del accidente de Uber", ha añadido.
Según el responsable de Volkswagen los acuerdos relacionados con la conducción autónoma, a la que deberían llegar las diferentes compañías involucradas, suponen un nivel de complejidad muy superior a los acuerdos que se están estableciendo para generar mapas digitales o para desarrollar una infraestructura de recarga compartida. La conducción autónoma se considera "el corazón de la inteligencia futura del vehículo y conseguir que empresas rivales trabajen en conjunto es una tarea muy complicada".
Una de las herramientas clave para poner de acuerdo a todos los socios es utilizar tecnologías de código abierto, sin restricciones para su uso por parte de todos los participantes, lo que permitiría que las pruebas de validación fueran comparables y aplicables a todos.
Volkswagen defiende que las soluciones basadas en instalar una "caja negra" de un proveedor, sin conocer realmente como funciona y como responde antes las diferentes circunstancias, no es aceptable.