La semana pasada asistimos al lanzamiento mundial del nuevo Volvo EX30. Tras varios meses de adelantos, informaciones filtradas y patentes reveladas, el pastel quedó al descubierto. Aunque su diseño, innegablemente atractivo, es lo primero que llamó la atención, profundizando más en su compacta carrocería se pueden descubrir muchos secretos que hacen de él uno de los coches eléctricos más importantes de la historia. Consigue algo que pocos han logrado y que demuestra que Volvo tenía razón con sus predicciones.
Desde la aparición masiva de los coches eléctricos, muchos han vaticinado que tardaremos muchos años en ver la ansiada paridad de precios entre los coches con motor de combustión interna y los vehículos impulsados con baterías. Grandes dirigentes como Luca de Meo, CEO de Renault, ni siquiera ven el momento exacto en el que sucederá semejante acontecimiento. Los precios de las baterías son los que son, el precio del litio es el que es y depende de los fabricantes sacarse los conejos de la chistera para encontrar soluciones que abaraten el precio final sin comprometer la calidad.
Hoy, hay coches eléctricos asequibles como el Dacia Spring, pero, con la mano en el corazón, a pesar de sus buenas cualidades, no se puede poner como un ejemplo claro de eléctrico asequible. Prescinde de casi todo lo que hoy damos por sentado en materia de calidad, equipamiento, confort o habitabilidad. Es un producto diseñado por un contable y, aunque su compra sea lógica, hay que ser conscientes de que debemos renunciar a muchas cosas para poder acercarnos a la movilidad eléctrica. Este planteamiento hace imposible asociarse con una marca prémium como la sueca.
A finales del año pasado, Jim Rowal, CEO de Volvo hizo unas controvertidas declaraciones que todos tacharon como arriesgadas. El máximo responsable de la compañía anunció que en 2025 los coches eléctricos alcanzarían la ansiada paridad de precios, mucho antes de lo que esperaban grandes expertos del segmento. Ahora, tal y como pudimos ver la semana pasada, el EX30 apoya esa teoría. Volvo ha anunciado su eléctrico más pequeño con un precio de salida de 36.770 euros, antes de ayudas o descuentos.
Ni que decir tiene que el cuarto modelo 100% eléctrico de Volvo aspira a convertirse en el más vendido por una razón muy sencilla. A diferencia del Spring, el EX30 no renuncia a nada para ofrecer un precio atractivo. Durante la presentación, responsables de la marca han anunciado que esperan altos márgenes de beneficio con el EX30, en torno al 15-20%. Esas cifras duplican a los valores actuales de la industria. Actualmente, Volvo logra una margen neto del 6% por cada venta.
Aunque es 20 centímetros más pequeño que un XC40, el Volvo EX30 no sólo es el eléctrico más barato de la casa, también es el coche más barato de Volvo en la actualidad. En otras palabras, Volvo tenía razón, la paridad de precios no sólo es posible, es real. Obviamente, los suecos han sacado todo el provecho que han podido del Grupo Geely. Plataforma, tecnología, mecánicas… Todo ha sido sustraído de los almacenes chinos. Ni Volkswagen ni Mercedes ni ningún otro gran grupo han conseguido ofrecer un coche eléctrico con todas las cualidades de la marca por un precio igual o inferior al de un térmico correspondiente.