A principios de este mes supimos que Stellantis multiplicará la producción de sus furgonetas de hidrógeno a partir de 2024, llevándolas a una escala de producción en masa: 5.000 unidades anuales entre la Peugeot e-Expert Hydrogen, la Citroën ë-Jumpy Hydrogen y la Opel Vivaro-e Hydrogen. Eso significa que Stellantis pretende venderlas al gran público y no restringirlas únicamente a pequeñas series. Ahora hemos conocido sus precios de venta al público y son totalmente prohibitivos para el gran público.
Citroën y Peugeot han empezado a vender en Francia sus furgonetas eléctricas de hidrógeno, dos modelos que comparten tecnología y prácticamente todos los elementos a excepción de los logos y los nombres de cada marca. Hablamos de la Citroën ë-Jumpy Hydrogen y de la Peugeot e-Expert Hydrogen. El modelo de Opel, la Vivaro-e Hydrogen, de momento no aparece en el configurador de la marca.
Cabía esperar que fuesen más caras que las versiones eléctricas de batería (BEV), pues al fin y al cabo la tecnología de pila de combustible es muy costosa actualmente. Estos vehículos tienen además una complicación añadida, y es que llevan una batería de 10,5 kWh de capacidad que aumenta todavía más su coste de producción. Lo que quizá no se esperaba es que fuesen tan caras: la más barata cuesta 111.601 euros más IVA. Si sumamos el 20% de IVA que tiene Francia, el precio asciende a 133.921,20 euros. En caso de elegir la carrocería larga (XL), el precio son 112.310 euros más IVA.
El mismo precio se puede aplicar tanto a la Peugeot e-Expert Hydrogen como al modelo de Citroën, sus precios son idénticos. La furgoneta de Peugeot parte desde 111.601 euros (impuestos aparte) para la versión de carrocería estándar (M) y desde 112.310 euros para la carrocería larga (XL). Es casi evidente decirlo, pero son las furgonetas más caras del mercado, incluyendo todo tipo de furgonetas y tipos de propulsión.
Casi tres veces más cara que la furgoneta eléctrica de batería
Con este precio, la Citroën ë-Jumpy Hydrogen es casi tres veces más cara que la Citroën ë-Jumpy eléctrica con batería de 50 kWh, que cuesta 40.000 euros más IVA. La furgoneta de hidrógeno también cuesta más del doble que la versión con batería de 75 kWh, disponible a partir de 45.000 euros antes de impuestos.
En España la versión de batería (50 kWh) cuesta 36.650 euros más IVA. Con la batería grande de 75 kWh parte desde 41.650 euros más IVA. La de hidrógeno no está a la venta en nuestro país.
¿Y qué hay de las prestaciones? La ventaja más evidente de las furgonetas de hidrógeno con respecto a las baterías es su rapidez de repostaje, similar al tiempo necesario para repostar una furgoneta diésel. La autonomía es ligeramente superior (400 km frente a los 330 km de la versión de 75 kWh). La carga útil es de 1.100 kg en las de hidrógeno, frente a los 1.000 o 1.275 kg que pueden llevar las eléctricas de batería, dependiendo de la versión. Y el motor es exactamente el mismo: entrega 100 kW (136 CV) de potencia y 260 Nm de par.
No obstante, con estos precios es imposible convencer a un autónomo o a una pequeña empresa para que dé el salto a una furgoneta eléctrica de hidrógeno. Máxime cuando la versión de batería cuesta menos de la mitad con prestaciones casi idénticas y una diésel de potencia similar (2.0 BlueHDI con 145 CV y cambio automático) cuesta casi cuatro veces menos. Así pues, actualmente las versiones de hidrógeno parecen quedar relegado únicamente a flotas de grandes empresas con un generoso presupuesto destinado a la descarbonización de sus operaciones, y aun así el precio a pagar por la versión de hidrógeno es ridículamente alto: por lo que cuesta una de hidrógeno puedes comprar tres eléctricas de batería. No es poca la diferencia.
