A nadie en su sano le gusta ver arruinado a un grupo tan importante del sector de la moto como es Pierer Mobility, porque lo cierto es que si alguien con tanto potencial y presupuesto como la matriz de KTM está teniendo problemas, desde luego no es un buen augurio para el resto de fabricantes. En unos días, la empresa austriaca tiene que tomar importantes pasos que van a marcar su futuro.
La fecha límite para ver qué ocurre con la reestructuración necesaria de la compañía es el próximo martes 25 de febrero, y nadie estará tranquilo hasta ver lo que sucede finalmente.
KTM va a escapar de la quiebra
Recordemos que hay mucho en juego, pues Pierer tiene en su poder las marcas KTM, Husqvarna y GasGas, además de un interesante negociado en el área de las bicicletas y las ebikes, así como el proyecto automovilístico KTM X-Bow, entre otros. Tampoco hay que olvidar la presencia en competiciones como el Mundial de Motociclismo y el Rally Dakar.
De MV Agusta, por su parte, era accionista mayoritario desde hace apenas unos meses, pero sabemos que se había decidido ponerlo a la venta, y devolvérselo a los propietarios originales.
Como sea, un proceso de cambios, dada la insolvencia económica a la que se llegó hace unos meses, y para la que ya habría solución. En concreto, 900 millones de euros llegados de socios con los que ya tenían relación y acuerdos, como CFMoto y Bajaj, aunque otros inversores (algunos fondos de capital privado) habrían aprovechado también la oportunidad de unirse por vez primera a este negociado.
Sería más que suficiente para que Pierer salga del pozo en el que está sumido, pues en su momento hablaba de que 450 millones de euros bastarían para seguir adelante, y habrían conseguido el doble o más. La deuda, sin embargo, asciende al doble, 1.800 millones de euros.
Ha conseguido más dinero del esperado
Si bien en un principio el proceso iban encaminado a pagar el 30% de las deudas en un plazo de dos años, KTM estaría valorando hacer ese pago de una vez, lo que serían 600 millones de euros en total.
Aceptada la oferta, los inversores dispuestos a participar tendrían que pagar como muy tarde el 15 de abril de 2025, para que el futuro de Pierer y KTM se pueda alargar unos cuantos años más, una segunda oportunidad para aprender de los errores y volver a ser lo que era.