Lamspy es una start-up española española que tiene como objetivo lanzar al mercado un exclusivo patinete eléctrico cuyo precio será de hasta 8.000 euros. Se denominara igual que la propia empresa, Lampsy, y justifica su precio en un diseño que marcará distancia con respecto a la actual oferta y materiales, prestaciones y tecnología propios de coches eléctricos de alta gama. No obstante de momento se trata de tan sólo un proyecto que tiene que encontrar viabilidad financiera para poder llevar el Lampsy a producción.
Tal y como señala el fundador de la start-up, José Luís Pérez, en unas declaraciones que recoge La Vanguardia, de momento el proyecto ha salido adelante gracias a 950.000 euros de inversión del propio fundador y 500.000 euros más que ha recaudado en una primera ronda de inversión, a la que se sumará en breves una segunda ronda que aportará otro millón de euros para establecer por completo la empresa, que de momento emplea a doce trabajadores.
Si bien es cierto que el modelo podrá variar ligeramente su antes de convertirse en un modelo de producción, la empresa quiere que las líneas del Lampsy sean acorde a su precio. Destaca especialmente el diseño de la plataforma, acabada en madera de haya, y con una protuberancia al final de la misma hace las veces de colín, integrando una luz y posicionándose sobre la rueda trasera.
Además de la madera, también tendrán cabida en la estructura del Lampsy materiales nobles como fibra de carbono, aluminio de grado aeronáutico y piel con costuras a mano para los puños del manillar. El diseño de este también promete poner un punto y aparte con respecto al resto de patinetes eléctricos que conocemos, pues albergará un cuadro de mandos con más información que el de muchos scooters y motocicletas. Gozará de un soporte para acoplar nuestro teléfono móvil y agujas para indicar la velocidad y la potencia que eroga el motor en cada momento.
Sin embargo, lo más llamativo del cuadro de mandos es que a través de dos pantallas reflejará lo que sucede por detrás del patinete cuando se circule, gracias a dos cámaras apostadas en los extremos de cada puño que harán las veces de retrovisor.
El despliegue tecnológico no se queda ahí, puesto que Lampsy promete un sinfín de complementos. Entre otras muchas cosas, destacan desbloqueo por huella dactilar, detectores ultrasónicos en la zona delantera (que permiten avisar de posibles colisiones con obstáculos o personas delante del vehículo), sistema de plegado de mástil motorizado, frenos de disco hidráulicos y sistema ADAS.
Dice la empresa tener en curso dos patentes a nivel europeo, y una de ellas tiene que ver con su suspensión, pues el Lampsy disfrutará de un sistema de suspensión que a través de una lámina de fibra de carbono combinará la delantera con la trasera.
De llegar a producción, no sólo su precio hará que se trate de un exclusivo producto, puesto que la empresa permitirá a cada cliente personalizar el patinete eléctrico de fábrica pudiendo imprimir en su carrocería su nombre o logo en caso de ser una empresa, ya que además de dirigirse al mercado de lujo, también pretenden adentrarse a tratar con empresas que actúen sobre grandes superficies como aeropuertos, centros comerciales u hoteles.
De momento la empresa no ha dado a conocer datos relativos a su esquema eléctrico (potencia o autonomía) pero sí esperan poder comercializarlo en una horquilla de precios de entre 6.000 y 8.000 euros. Lamspy espera tener finalizado el primer prototipo durante estos días de finales de marzo, y poder dar comienzo a la producción del mismo antes de finales de año.