En los coches modernos la carga de sistemas y tecnologías es enorme. Aunque nosotros sólo veamos el hardware, pantallas, cuadros, botones y cables, nada de eso funciona sin un software de control y gestión. Audi, Porsche y Bentley están con la soga al cuello por un retraso en el desarrollo del nuevo software para sus próximos lanzamientos eléctricos. Cariad, empresa subsidiaria del Grupo Volkswagen acumula mucho retraso con la programación para la conducción autónoma de nivel 4. Muchos planes están en el aire.
Sin lugar a duda la más perjudicada en todo esto es Audi. Los de Ingolstadt tenían en su hoja de ruta el lanzamiento de un buque insignia eléctrico, desarrollado bajo el proyecto Artemis. En más de una ocasión te hemos hablado refiriéndonos a él como la próxima generación de coches eléctricos y autónomos. Con una esperada conducción autónoma de nivel 4, ya aprobada desde este mismo verano en la Unión Europea, la berlina eléctrica de los cuatro aros debía deslumbrar al mundo.
Sin embargo, tal y como informa Automotive News, los planes no parecen que vayan a cumplirse. El software de control de la conducción autónoma, el esperado software 2.0 de Volkswagen está lejos de estar listo. La complejidad del desarrollo está causando estragos en los plazos y nada apunta que la cosa vaya a mejorar pronto. Aunque Audi esperaba lanzar Artemis el próximo año, los rumores apuntan a un retraso de tres años, hasta 2026 o 2027, después del lanzamiento del esperado proyecto Trinity de Volkswagen, programado para 2026.
Hasta tal punto es la desesperación en las oficinas de Ingolstadt que en Audi parecen haber aprobado el desarrollo de una berlina más light con una versión de software basada en el parche actual. Una especie de parche que no evita que Audi se vea superada por la tecnología de otras compañías rivales como Mercedes y BMW. Tampoco evita que otros proyectos se pongan a la cola, como el del Audi Q6 e-tron. Todo estaba programado para que el nuevo SUV empezara a fabricarse a finales de este año, pero las nuevas estimaciones indican que tal acontecimiento no tendrá lugar hasta 2023, sin especificar un tramo concreto del año.
Audi no está siendo la única perjudicada en todo esto, Porsche también puede pagar el pato. Durante los últimos meses hemos visto como la nueva generación del Porsche Macan se ponía a punto. Una nueva generación impulsada por mecánicas 100% eléctricas. El desarrollo está tan avanzado que la fabricación de unidades preserie ya ha dado comienzo, pero todavía falta la versión definitiva del software que gestione el complejo sistema del nuevo Porsche Macan. Los directivos alemanes están desesperados y según fuentes han afirmado: "el hardware es excelente, pero aún falta el software".
Para rematar el trió de problemas hay que sumar a Bentley a esta particular fiesta. La firma inglesa se había comprometido a volverse 100% eléctrica para el año 2030. Si bien el lanzamiento de una primera unidad EV no parece afectada por la falta del software, los planes generales sí que podrían estar en el aire. Bentley se apoyaba firmemente en el nuevo sistema, y teniendo en cuenta los plazos de tiempo extendidos con los que trabaja la casa inglesa, no parece muy posible que el 2030 sea el año en que los de Crewe den el salto de movilidad.