Si existe un campo en el sector de los coches eléctricos que todavía posee un amplio margen de mejora, este es el de las baterías. Y sin duda, se trata de un campo que, actualmente, cuenta con un desarrollo impresionante y que no deja de avanzar.
Lo demuestran noticias como que Chery ya está fabricando baterías en estado sólido, el mayor avance de las baterías de coches eléctricos en años; pero también el hecho de que Honda confía en este tipo de baterías para ofrecer, en sus próximos eléctricos, 1.000 kilómetros de autonomía.
Stellantis desarrollará baterías más ligeras, baratas y que podrán recargarse en la mitad de tiempo
Además, se confía en el que, en un futuro próximo, estas baterías sean mucho más baratas. Y todo ello mientras el desarrollo de estas baterías no descansa, como se puede comprobar dado que la UE ha prometido 1.000 millones de euros en subvenciones para avanzar en la fabricación de estos dispositivos.
La última noticia sobre este tema llega de la mano del Grupo Stellantis, el cuarto productor de vehículos del mundo, que acaba de llegar a un acuerdo con la empresa estadounidense Zeta Energy, fundada en 2014 y especializada en el desarrollo y fabricación de baterías recargables de alto rendimiento y de bajo coste.
Este acuerdo tiene como objetivo desarrollar, para 2030, nuevas baterías de litio-azufre para coches eléctricos, que serán “significativamente más ligeras” y que contarán “con la misma energía utilizable que las baterías de iones de litio contemporáneas, lo que permite una mayor autonomía, mejor manejo y mayor rendimiento” de los coches eléctricos; señalan ambas empresas en un comunicado de prensa conjunto.
Asimismo, ambas empresas dejan claro que la tecnología de estas baterías de litio-azufre “tiene el potencial de mejorar la velocidad de carga rápida hasta en un 50%” y que se espera que estas “baterías de litio-azufre cuesten menos de la mitad del precio por kWh de las actuales baterías de iones de litio”.
Estas baterías, que deberían montarse en los coches eléctricos de Stellantis ya para 2030, deberían “mejorar drásticamente el rendimiento y el perfil de costes de los vehículos eléctricos” señala Tom Pilette, CEO de Zeta Energy.
Unas baterías que requieren de menos elementos raros y son más baratas de fabricar
Las baterías de litio-azufre pueden ser una revolución para los coches eléctricos en pocos años, ya que estas baterías se fabricarán utilizando “materiales de desecho y gas metano, con unas emisiones de CO2 considerablemente inferiores a la de cualquier tecnología de baterías existente”, explican ambas empresas.
En concreto, estas baterías de litio-azufre ofrecen “un mayor rendimiento a un menor coste en comparación con las baterías tradicionales de iones de litio”. Con base de azufre, un material “ampliamente disponible”, estas baterías utilizan materiales de desecho, metano y azufre sin refinar y “no necesitan cobalto, grafito, manganeso ni níquel”.
Por eso, estas baterías reducen tanto los gastos de producción como el riesgo de la cadena de suministro se vea interrumpida por falta de algún material necesario. Además, estas baterías se podrían fabricar con la tecnología ya presente en las gigafactorías de baterías y “aprovecharía una cadena de suministro corta y totalmente nacional en Europa o Norteamérica”.
Este último es un detalle sumamente importante en cuanto que permitiría a la UE o a Estados Unidos liberarse del dominio que actualmente tiene China en la fabricación de baterías, por el que dos empresas de este país fabrican más del 50% de todas las baterías utilizadas en la movilidad eléctrica.