En BMW ya están haciendo los deberes. El incremento notable en los costes de fabricación de baterías para coches eléctricos, debido principalmente al aumento en los precios de adquisición de materiales esenciales como el litio o el níquel, está haciendo que las empresas dediquen mucho más esfuerzo en el reciclaje de baterías desechadas en pos de dar una segunda vida útil a los mencionados componentes. Desde la compañía de Múnich ya han creado un circuito cerrado de reciclaje en China, de la mano de su empresa conjunta BMW Brilliance Automotive (BBA).
Este nuevo hito se ensalza como un objetivo cumplido, el cual ya tenían en el punto de mira desde hacía bastante tiempo de cara a alcanzar la neutralidad climática en los próximos años. Como ya hemos mencionado, esta planta de reciclaje se ubica en China, donde el gobierno estatal requiere que se establezcan una serie de sistemas de rastreo de las baterías de alto voltaje, principalmente para que una vez estas hayan concluido con su vida útil pasen a ser recicladas y, de esta manera, se evite la fabricación de nuevos componentes los cuales incrementarán las cifras de emisiones de CO2 sobre el país oriental concretamente.
Para este mencionado sistema de rastreo de baterías, BMW emplea una serie de códigos cifrados para velar por la seguridad y la vida óptima de su componente a lo largo de todo su trayecto útil. Los propios vehículos lanzados por BMW en los últimos años ya cuentan con este sistema de codificación y muestreo de calidad de sus baterías.
Una vez estas baterías han cumplido su propósito, son devueltas a BMW para ser evaluadas; en este punto desde la compañía alemana decidirán si este componente está optimizado para ser reutilizado en algún otro propósito o, por el contrario, debe ser desmontado y, las piezas que estén en condiciones, ser reutilizadas en baterías nuevas. Las mencionadas baterías reutilizadas se instalan en carretillas elevadoras eléctricas u otros vehículos industriales que posee BMW en sus diferentes plantas, así como en la BBA ubicada en China.
En el caso de las baterías recicladas, de estas se extraerá concretamente materiales como el níquel, el litio o el cobalto, entre otros, para su traslado a nuevas baterías producidas y que, seguidamente, irán a parar a nuevos vehículos de producción o desarrollo. No obstante, ya que estas mencionadas materias primas pueden presentar un desgaste después de su uso vital en vehículos comercializados, la mayor parte de los que se pueden reutilizar vienen de baterías acopladas en vehículos de desarrollo, sistemas de pruebas, rechazos de producción y, como último caso, de los vehículos de producción que lleguen al final de su vida.
Gracias a este nuevo recorrido en circuito cerrado, desde BMW aseguran que resta alrededor del 70 por ciento de las emisiones de CO2 con respecto a lo emitido en la fabricación de una batería totalmente nueva. Según las predicciones estimadas por el Centro de Investigación y Tecnología Automotriz de China, el volumen de baterías retiradas y reutilizadas en el país oriental alcanzarán las 780.000 toneladas para el año 2025.
BMW busca alcanzar la neutralidad climática para el año 2050 como muy tarde, ya que su idea es alcanzar este hito, a ser posible, con anterioridad. Por lo que el paso de iniciar el reciclaje de baterías, pued