La llegada del coche eléctrico, así como toda una industria paralela de energías sostenibles ha tenido ciertas repercusiones negativas en otras áreas. Los materiales y las materias primas necesarias para la producción de vehículos impulsados por baterías están siendo el epicentro de una guerra comercial a escala internacional. El litio es una de las materias primas más demandadas en la actualidad. CATL lleva años posicionándose como el mayor fabricante del mundo de baterías para vehículos eléctricos. Ahora, los chinos tratan de controlar la caída de los precios tras dominar el mundo de las baterías con impresionantes avances técnicos.
El Litio, al igual que muchos otros materiales esenciales para el desarrollo industrial, resulta complejo y caro de extraer. Las minas de litio se explotan desde hace décadas, pero no ha sido hasta la llegada masiva del coche eléctrico cuando han tomado un mayor protagonismo. La mayor demanda ha acelerado la producción, que a su vez ha provocado una caída significativa en los precios del compuesto. En enero de 2022 la tonelada de carbonato de litio para baterías costaba medio millón de yuanes, 65.750 euros al cambio. Hoy, la misma cantidad de carbonato extraído cuesta 9.371 euros, 73.500 yuanes.
CATL quiere fijar un precio mínimo por una tonelada de carbonato de litio
Si bien los precios han caído y, por lo tanto, las baterías hoy son más baratas que nunca, los productores de litio siguen enfrentándose a altos costes de producción y extracción. Las cifras no encajan y CATL, como empresa dominante del mercado, ha sido la primera en dar los pasos necesarios para controlar la producción y, por lo tanto, controlar el precio del litio para baterías de vehículos. "Basándose en las recientes condiciones del mercado de carbonato de litio, la compañía planea realizar ajustes en la producción de carbonato de litio en Yichun". Esos ajustes que indica la empresa suponen la paralización total de la extracción. Las operaciones de la mina de Jiangxi se han detenido.
Que llegue menos litio al mercado supone que el precio estará controlado desde su origen. Hace ya un año algunos estudios predijeron la caída del precio del litio en un 40% para este mismo año. Algo que ha terminado sucediendo. Ni siquiera la supuesta demanda de coches eléctricos ha supuesto alguna variación en los precios del material. El año pasado el precio por kWh de batería cerró a 95 dólares, la mitad de lo que costaba a finales de 2022. Tras el anuncio de CATL las empresas de producción de litio han visto crecer el precio de las acciones. Se espera que la medida amplíe el valor de las compañías.
La compañía planea ajustar su producción de carbonato de litio en función de las condiciones del mercado. CATL adquirió los derechos de explotación de la mina de Yichun, en la provincia de Jiangxi, conocida como la capital del litio de Asia, en abril de 2022 tras pagar 110 millones de euros. La suspensión de las operaciones en la mina, supondrá una reducción del 8% de la producción mensual de carbonato de litio en China, entre 5.000 y 6.000 toneladas equivalentes. Se espera que el precio rebote entre un 11 y un 23% durante lo que resta del año 2024. CATL espera presionar para fijar un precio límite por tonelada en torno a los 10.000 euros.