Wayne Griffiths, el CEO de Seat y CUPRA, ha señalado hoy, en la presentación de resultados económicos de Seat, que "el proteccionismo y los aranceles no funcionan". Según el dirigente de origen británico, los aranceles están ralentizando la adopción de los coches eléctricos, también dañan la confianza de los consumidores y, a la larga, “ponen en riesgo” muchos empleos.
Griffiths así lo ha indicado en la rueda de prensa de presentación de resultados de 2024 de Seat, tal y como recoge Europa Press. En ella, y junto al vicepresidente de Finanzas e IT de la marca española, Patrik Mayer, Griffith ha señalado que Seat ganó el pasado año 522 millones de euros, un 5% menos que en 2023.

Pese a ello, y en conjunto, Seat y CUPRA incrementaron sus entregas mundiales en un 5%, hasta entregar 612.000 coches, logró una facturación de 14.530 millones de euros- apenas un 0,2% menos que en 2023-, y un beneficio operativo neto de 633 millones de euros: un 1% más que en el ejercicio de 2023
El problema del CUPRA Tavascan y los aranceles de la UE
En esa rueda de prensa Griffiths ha vuelto a quejarse de la situación del CUPRA Tavascan, afectados por los aranceles de la UE al fabricarse en China. Ha explicado que CUPRA “sigue negociando” con las autoridades europeas sobre estos aranceles, y ha asegurado que "hay una voluntad de encontrar una solución".
Una solución para el Tavascan -lee aquí su prueba- que califica de “imprescindible”, ya que de no encontrarla, el impacto en las cuentas de la compañía sería de "cientos de millones de euros". Griffiths ha añadido que “asumir pérdidas por los aranceles no es una alternativa”, ya que la empresa no podría hacerlo.
Además, Griffiths ya se refirió a esta situación a mediados de febrero, indicando que de no solucionarse, “habría despidos”, ya que hasta 1.500 empleos estarían en riesgo en España.
De entrada, una primera consecuencia de estos aranceles de la UE es que, con este vehículo, CUPRA ha logrado una rentabilidad por unidad del 4,4%, lejos del objetivo estratégico de la compañía, fijado en el 5%. Algo que, de nuevo, podría afectar a los empleos de la compañía en España.

El desembarco de CUPRA en Estados Unidos seguirá adelante
Dentro de los planes de CUPRA, está su llegada a Estados Unidos a lo largo de 2025 o a comienzos de 2026. Unos planes que, según ha indicado Griffiths, siguen “tal y como estaban”.
El directivo ha señalado que "planes de inversión tan importantes y tan a largo plazo no pueden depender de estos cambios" y que lo más importante no son los aranceles o las regulaciones, si no “dar respuesta a lo que piden los clientes".
Por ello, los planes actuales de CUPRA serían acceder al mercado estadounidense con al menos dos vehículos: un coche eléctrico y otro de combustión.