Dentro del cada vez más grande mercado eléctrico mundial hay dos compañías que acaparan casi todo el protagonismo en sus respectivos campos: CATL y Tesla. Chinos y americanos han ascendido hasta posicionarse como los líderes en el sector de las baterías para vehículos eléctricos y como el mayor impulsor de la movilidad eléctrica.
Que ambas compañías trabajen juntas es motivo de alegría para todos los usuarios y de miedo para sus rivales. El presidente de CATL ha asegurado que están colaborando con Tesla para la creación de un nuevo formato de baterías que podría revolucionar la industria.
Contemporary Amperex Technology Co. Ltd. ha ascendido rápidamente en la escalera tecnológica eléctrica. La compañía con sede en Ningde, China, lleva más de un lustro situándose como el mayor productor de baterías para eléctricos del mundo.
Muchas firmas llevan sus pilas, desde Stellantis a Volkswagen, pasando por Tesla. Su máximo responsable, Robin Zeng, ha declarado a Bloomberg, que sus ingenieros y los americanos están dando forma a un nuevo formato de pila, más concretamente a un nuevo tipo de celda que permita recargas más rápidas. Las más potentes vistas hasta la fecha.
Una nueva asociación entre las dos empresas líderes de la movilidad eléctrica
Si bien Zeng no ha querido entrar en detalles, el director sólo ha afirmado que están investigando “sobre nuevas estructuras electroquímicas” que puedan potenciar los procesos de carga y reducir al mínimo el tiempo de espera.
Hace no mucho, CATL presentó una súper batería denominada Shenxing, capaz de recuperar 400 kilómetros de autonomía en apenas 10 minutos de conexión. Además de su descarada potencia de carga, los chinos aseguran que su nuevo módulo energético es barato de producir. Entrará en producción este mismo año, pero todavía no sabemos qué coches serán los primeros en montarla.
La influencia de CATL no se centra exclusivamente en China ya que la compañía ha sabido moverse a lo largo de los años. En Europa están negociando una posible fábrica de baterías en colaboración con el Grupo Stellantis, factoría que, por cierto, podría acabar en España.
No es de extrañar que el gigante asiático se haya convertido en el máximo protagonista de este nuevo orden mundial. Sus plantas son altamente productivas, capaces de ensamblar una celda por segundo. Si bien su especialidad son las baterías de iones de litio y derivadas, recientemente el Gobierno chino ha promovido una fuerte asociación con el segundo mayor fabricante de módulos del mundo BYD.
Con respecto a Tesla, muchos rumores aseguran que esas nuevas baterías desarrolladas junto con CATL podrían destinarse al Tesla Model 2, el coche más barato de la compañía. Todavía no hay nada confirmado al respecto.
Más firme parece la apuesta de los americanos para utilizar las últimas baterías LMFP de China. Se trata de células LFP en las que, además de la tradicional mezcla de litio y fosfato de hierro, se añade manganeso al cátodo. Gracias a ello las pilas LMFP elevan la densidad energética con respecto a las baterías LFP tradicionales, aunque siguen sin alcanzar los niveles de las pilas NCM/NCA. Por el contrario, son más baratas de producir que estas últimas.
Más allá del desarrollo de baterías y químicas especializadas, CATL también está colaborando con Tesla en el suministro de material y maquinaria específica para la producción de celdas. Los chinos tienen un problema en Estados Unidos. Las estrictas políticas de subvenciones americanas limitan su actividad en el país, así que la compañía busca este tipo de asociaciones como respuesta paralela.
El propio Zeng ha reconocido que su empresa pronto colaborará con Ford. Formará a sus ingenieros para que estos puedan elevar la calidad y el ritmo de producción en la nueva fábrica que están construyendo los de Michigan. Entrará en acción dentro de unos años y su capacidad anual será de 35 GWh, aunque finalmente ese objetivo se ha reducido a 20 GWh anuales tras las últimas modificaciones del plan eléctrico de Ford.