Magna International es una empresa de gran tamaño de origen canadiense, y se trata de uno de los principales proveedores de componentes y tecnología para el sector del automóvil en el mercado norteamericano. Un mercado en el que las pick-up (o camionetas) tienen especial relevancia, y no será menos en la etapa de los coches eléctricos. Por ello mismo han diseñado un eje rígido trasero específicamente diseñado para este tipo de vehículos, al que han llamado eBeam.
Las pick-up conforman el segmento más popular en términos de ventas al otro lado del charco. Con la industria mirando al coche eléctrico como próximo paso, las pick-up han de seguir su estela, y firmas como Rivian con su R1T, Tesla con la Cybertruck o Ford con la inminente F-150 eléctrica serán de los primeros en adentrarse en este nicho de mercado.
Siendo uno de las principales empresas suministradoras de componentes para fabricantes en el mercado norteamericano, las posiblidades de ver el eBeam en varias pick-up eléctricas de producción se antojan mayúsculas. Entre ellas, uno de los nombres que más se baraja es el de la Ford-F150 eléctrica.
A pesar de ser un componente de completamente nueva factura, ha sido diseñado teniendo en cuenta su compatibilidad con sistemas de suspensión y frenado que ya se usan en la actualidad. Esto significa, hipotéticamente, y tratándose de un eje que puede adaptarse simplemente atornillándose al chasis, que se puede usar para hacer conversiones de vehículos térmicos a eléctricos.
Puede configurarse, además, en base a esquemas eléctricos que alojen uno o dos motores en el mismo eje, y es adaptable a vehículos comerciales ligeros, como pequeñas furgonetas eléctricas. Dado lo simple de su diseño, parece que uno de los aspectos más valorados por los clientes americanos permanecerá intacto, ya que promete ser igual de eficaz en conducción off-road que un eje convencional.
Dice Magna que el eBeam está diseñado para soportar potencias de entre 120 kW y 250 kW. También señala que podrán cooperar con las empresas que lo requieran en el desarrollo y proporcionar, incluso, un motor eléctrico para las ruedas delanteras y los pertinentes ejes para aplicaciones de tracción en las cuatro ruedas. Con esta solución, el único aspecto que dejaría a los fabricantes sin resolver sería la adaptación y suministro del paquete de baterías que alimente los motores eléctricos en cuestión.
La semana pasada nos hacíamos eco, tambiénn, del desarrollo que la Instituto Tecnológico de Aragón (ITANNOVA) iba a ser la encargada de coordinar entre un total de 13 instuticiones distintas. Se trata del Proyecto Levis, que tiene como fin desarrollar componentes ligeros para aplicarlos en coches eléctricos.