Los coches eléctricos, pese a la agresiva política de precios de marcas como Tesla, en modelos como el Model 3, o la imparable llegada de los fabricantes chinos a Europa, de la mano de marcas como MG, BYD o, la última en aterrizar, Xpeng, siguen siendo coches caros. Y, por ello, muchos compradores que podrían estar interesados por estos vehículos y sus ventajas han de renunciar a ellos.
Sin embargo, en las sociedades occidentales se cree que, en los próximos años, el precio de estos automóviles debería bajar y, al menos, equipararse al de los vehículos térmicos. Y expertos en tecnología y economía no dejan de pronosticarlo. ¿El enésimo ejemplo? El de los consultores de Goldman Sachs, quienes no dudan en señalar que la equiparación de tarifas entre vehículos eléctricos y térmicos debería llegar entre 2025 y 2026 en EE.UU. y algo más tarde en Europa.
Las baterías: la clave en la reducción de precios de los coches eléctricos
Pese a su cada vez mayor oferta y fabricación, la batería sigue siendo, de largo, el elemento más caro de cualquier coche eléctrico. Y es que, según las fuentes, sólo este elemento supone aún entre el 35 % y el 30 % del precio total de un vehículo sin emisiones.
Y aunque los precios de estos elementos no han dejado de bajar en las últimas décadas, debido a la investigación y al comienzo de la producción en escala (allá por 1991, el precio por kWh de energía almacenado en una batería superaba los 5.000 euros), aún se sitúan en precios significativos, ya que, durante 2023, el importe medio del kWh rondó los 151 dólares o 137,6 euros.
Sin embargo, un estudio de la citada consultora Goldman Sachs señala que, una vez superado un punto de inflexión como el aumento del coste del litio (un elemento clave para la fabricación de baterías) en 2022 debido al súbito incremento de demanda ese mismo año, el precio de las baterías no ha dejado de reducirse por los avances logrados en su desarrollo, ensamblaje y fabricación, pero también por el abaratamiento de sus principales componentes, como el citado litio, el niquel o el cobalto.
El descenso del precio de las baterías para los eléctricos; una apuesta global
Unas circunstancias que coinciden en señalar otros informes como el publicado por la consultora tecnológica IDtechex sobre el mercado de baterías de Ion-Litio en el periodo 2025-2035 y en el que se indica que si, a lo largo de 2022, el coste de las materias primas era de 60 dólares (54,7 euros) por kWh para una batería, a día de hoy es sólo 20 dólares (18,2 euros) por kWh.
Esta reducción en el importe de las materias primas ha sido la principal causa para que, en concreto y según Goldman Sachs, el precio del kWh se ha reducido en un 23 % desde el año pasado, con lo que el coste del kWh en las baterías, según las estimaciones de esta consultora, debería colocarse a final de año en torno a 115 dólares por kWh o, lo que es lo mismo, 104,8 euros por kWh.
Pero lo más interesante es que esta tendencia bajista debería continuar a lo largo de 2025, alcanzando el kWh a final del próximo año a un importe medio de 91 dólares u 82,90 euros. Pero esta apuesta por la reducción del coste de las baterías no tiene lugar sólo en Occidente, sino también en países con un enorme potencial industrial como la India. Allí, la empresa fabricante de elementos eléctricos y especializada en energía solar Fenice Energy hizo público, en el segundo cuatrimestre del año, su informe Guía de precios para celdas de batería: Qué esperar.
Y en este estudio, Fenice Energy apuntaba de nuevo a una enorme reducción en el coste del kWh almacenado en baterías en los próximos años debido, entre otras cuestiones, a un incremento previsto en la demanda de las mismas del 14,32 % en el periodo 2024-2029. Así, estimaban que, ya para finales del próximo año, el kWh se colocaría en torno a 7.257 rupias indias, lo que equivale a 78,73 euros. Y vaticinaban que, para 2050, el kWh podría llegar a bajar hasta alrededor de las 5.185 rupias (52,3 euros) por kWh.
Con todo ello, y teniendo en cuenta que el coste de la batería supone, al menos y hoy día, el 30 % del importe total de un coche eléctrico, este abaratamiento en su fabricación supondrá un importante descenso del precio de estos vehículos en los próximos años.
Pero no será el único factor que influirá en este descenso, ya que hay que tener en cuenta que, aún sin poder ofrecer cifras concretas, también se prevé que los vehículos eléctricos reduzcan su tarifa en los próximos años debido a la aparición de nuevas tecnologías y materiales, sus cada vez mejores técnicas de ensamblaje y, sobre todo, a su fabricación a gran escala.