Parece lógico que la pegatina de la ITV que se lleva usando más de 30 años en nuestro país desaparezca en algún momento. Básicamente, porque las bases de datos y la digitalización de las herramientas de la Dirección General de Tráfico deberían permitir a las autoridades tener un control total del estado de la inspección de un vehículo sin tener que buscar la identificación pegada en el parabrisas del coche.
Algunos medios han apuntado a que la DGT va a dejar de hacer uso de dicha pegatina, pero no hay información oficial al respecto y lo cierto es que la fuente oficial ha dejado claro que en ningún momento ha dicho tal cosa.
Lo que sí es perfectamente viable, aunque no lo afirman, es que estén trabajando en una forma de digitalización de este distintivo, que podría incorporarse en la propia aplicación miDGT, que ya permite llevar el carnet de conducir en formato digital y realizar prácticamente todas las gestiones relacionadas con el automóvil sin acudir a la jefatura provincial de Tráfico más cercana.
De momento, en el Reglamento General de Circulación sigue constado que la pegatina V-19 es obligatoria y, hasta que no se diga lo contrario en el Boletín Oficial, así seguirá. Y ya sabemos que ninguna de las medidas que llevan a cabo se caracterizan por su agilidad en la aprobación. Queda descartado completamente que la pegatina tradicional de la ITV vaya a desaparecer este año.
Frente a esta decisión, hay retos por resolver como los protocolos de seguridad a seguir para que no se falsee, algo que podría resultar más fácil en formato digital que con la pegatina tradicional que tiene que ir situada en la esquina superior derecha del parabrisas del vehículo.
Por ahora, no llevar la pegatina convencional en dicha zona, conlleva una sanción económica de 100 euros y, acumular las de años anteriores, también se puede multar con 200 euros, aunque esto último es algo relativo, pues tendría únicamente sentido si dificulta la visibilidad del conductor. Es decir, que se quedaría para situaciones muy concretas y no es algo que se produzca a menudo en nuestro país.
Tampoco sería una solución real, sino más bien práctica y lógica, cambiar la pegatina real por un distintivo digital, pues la DGT todavía no es capaz de controlar con eficacia a los cerca de 4 de 10 automóviles que estima la Asociación Española de Entidades Colaboradoras con la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos o AEC-ITV que circulan sin la certificación favorable correspondiente en España. Un 35% de la flota.
Para resolver este problema, las alternativas tienen que ser otras y lo cierto es que lo más fácil y rápido para las autoridades sigue siendo revisar el parabrisas del automóvil, como garantía de que ha superado correctamente las pruebas a las que se somete a los vehículos en los centros de inspección.
Quizá en los próximos meses tengamos alguna novedad al respecto.