Las empresas del sector de la telefonía móvil confían en los automóviles eléctricos. La compañía tecnológica china Xiaomi anunció el pasado martes que planea invertir alrededor de 10.000 millones de dólares (más de 8.500 millones de euros) durante la próxima década en la fabricación de coches eléctricos, con el objetivo de desembarcar en el pujante mercado de automóviles 'cero emisiones' de China a través de Xiaomi Smart Electric Vehicle.
Dependiendo de la evolución del mercado, Xiaomi podría terminar invirtiendo un total de 100.000 millones de yuanes (casi 13.000 millones de euros) en este proyecto en tan solo tres años, según aseguraban a Bloomberg fuentes cercanas a esta iniciativa. La empresa aportaría un 60% de esta cantidad total, mientras que el resto provendría de fondos de inversión.
Así, la firma de Pequín, ampliaría su cartera de productos de movilidad, donde ya ofrece patinetes eléctricos como el Mi Electric Scooter 1S o la recién incorporada autocaravana inteligente.
Por otra parte, Apple también trabaja para presentar su coche eléctrico mediante el Proyecto Titán. El Apple iCar busca un colaborador para apoyar la fabricación del vehículo. En un primer momento, parecía que Hyundai era la elegida, pero la firma de California quería mantener el 100% de la autoridad del proyecto, hecho que originó el fin de las negociaciones. Más tarde entró en juego Nissan y ahora parece que BMW ha tomado el protagonismo. De todos modos, Apple sigue buscando un compañero de viaje completamente fiable y con experiencia en el sector.
Huawei se posiciona como proveedor de la industria automotriz
Otro caso es el de Huawei. El gigante tecnológico ha establecido conversaciones con dos fabricantes chinos, Changan Automobile y el Grupo BAIC. El primero forma parte de una empresa conjunta con Ford para la producción local del Mustang Mach-E, mientras que el segundo confecciona vehículos para Mercedes y Hyundai en el mercado chino y cuenta con el respaldo del gobierno de este país asiático. El proyecto de Huawei debería lanzarse antes de finales de 2021 y a un precio asequible, dirigido a un público masivo, según avanzó la agencia Reuters.
En este sentido, el gigante tecnológico chino Huawei ha confirmado que no tiene previsto convertirse en fabricante de automóviles, aunque la compañía sí apuesta por posicionarse como proveedor de componentes para las empresas dedicadas al desarrollo de estos vehículos aprovechando su experiencia y competitividad.
"Nuestro posicionamiento es ser proveedor de componentes para los automóviles inteligentes", ha señalado el presidente rotatorio de Huawei, Ken Hu, durante la rueda de prensa para presentar los resultados de la compañía en 2020, donde subrayó la competitividad del fabricante chino en ámbitos aplicables al desarrollo de vehículos inteligentes como la nube, la conducción autónoma o la gestión de energías.
"En el futuro, los coches serán seguramente eléctricos e inteligentes y es una tendencia que no podemos revertir", señaló Hu, añadiendo que, a pesar de que se pudiera pensar que Huawei se ha quedado atrás, la compañía "tiene mucho que hacer en esta transformación del sector automovilístico".
En este sentido, el ejecutivo recordó que Huawei ha integrado el departamento de consumo y el de soluciones para vehículos inteligentes como parte de la reestructuración corporativa de la empresa, por lo que las inversiones y las decisiones relevantes de estos departamentos serán revisados por la junta de supervisión de inversiones para mejorar la toma de decisiones al respecto e incorporar la opinión de los consumidores en el desarrollo de soluciones para vehículos inteligentes.
"Creo que tenemos una gran capacidad de innovación, de diseño en productos destinados a consumidores finales que será muy útil para el desarrollo de vehículos inteligentes y esperamos reforzar nuestro posicionamiento en esta industria para ser un proveedor competitivo de componentes para las empresas fabricantes del sector automotriz", añadió.