Mientras que Apple, Sony o Xiaomi están trabajando para construir sus propios coches eléctricos, otra de las grandes tecnológicas, Huawei, apuesta por un enfoque diferente. Por una parte, desarrolla el software y los servicios destinados a los coches eléctricos de nueva generación y, por otra, también desarrolla y fabrica cargadores de alta potencia, un sector en el que no es precisamente un recién llegado y en el que hay un gran mercado por desarrollar.
En su oferta, Huawei ya dispone de varios cargadores rápidos en corriente continua. Actualmente fabrica un supercargador con dos cables, un voltaje nominal de 1.000 V y 250 A de intensidad. La potencia de salida total nominal es de 360 kW (180 kW por línea). Por encima de este se sitúa el que será el tope de gama de su catálogo: la versión definitiva del prototipo del supercargador de 600 kW del que informa la web D1EV.
La placa de identificación montada en ellos indica que los cargadores Fusion Charger de Huawei tienen unas dimensiones son 295/340/1700 mm, que el cable de carga tiene una longitud de 3,5 m y está refrigerado por líquido. Es compatible con el estándar chino de recarga rápida CC2015, con un voltaje de salida entre 200 y 1.000 voltios y una intensidad de corriente de 600 A.
Esta potencia convierte a este cargador de Huawei en el más rápidos de cuantos están disponibles en el mercado. Supera los 500 kW de los últimos Power Charge lanzados por NIO en diciembre del año pasado. También es superior a los S4 de Xpeng que alcanzan los 480 kW. Por último, empataría con los supercargadores V4 de Tesla, cuya potencia definitiva podrían ser de hasta 600 kW.
Con esta potencia de carga, el cargador de Huawei podría llegar a proporcionar 100 kWh en tan solo 10 minutos. Supondría recuperar toda la energía de una batería de esta capacidad prácticamente en el mismo tiempo que se tarda en repostar un tanque de combustible. Un coche promedio con una batería de este tamaño podría tener una autonomía de hasta 600 kilómetros. Es decir, por cada minuto de carga se podrían recuperar 100 km de autonomía.
Para que esto fuese así, en primer lugar el coche eléctrico y su batería deberían ser capaces de admitir esta potencia de carga. Actualmente, no hay ninguna que lo haga. Por otro lado, el cargador debería mantenerla durante esos 10 minutos de manera continua. Actualmente, la mayoría de los cargadores y de los vehículos solo son capaces de alcanzar la potencia de carga que anuncian durante unos minutos, para después reducirla considerablemente. De hecho, a partir del 80% la recarga es siempre más lenta para proteger la batería de la degradación.
En las imágenes publicadas, aparece conectado al supercargador un Aito M5, un coche eléctrico de autonomía extendida, dotado del sistema operativo Harmony OS de Huawei, que admite una potencia de carga está muy por debajo de la máxima de estos equipos. Otros vehículos eléctricos en los que también ha trabajado Huawei, como el Avatr 11 y Arcfox Alpha S, cuentan con una plataforma de 800 V, pero sus potencias de carga máximas son de 240 kW y 187 kW, respectivamente. Este cargador trabaja incluso por encima de esos voltajes. La propia Huawei está desarrollando una nueva plataforma, que será la base del Aito M9, de la que todavía no se conocen los detalles.