Tesla es mundialmente conocida por sus coches eléctricos, pero esta no es la única área que centra toda la actividad de la compañía. La empresa de Elon Musk ha conseguido popularizar los sistemas de almacenamiento de energía, los MegaPacks. Las baterías de respaldo se han convertido en un elemento indispensable para muchos centros y localidades que acumulan energía para poder usarla en momentos de debilidad de la red, como apagones. Tesla quiere ampliar el negocio y, para ello, cuenta con la ayuda de otro gigante de la industria, CATL.
Tal y como recoge un informe desvelado por Bloomberg, Tesla y CATL van a crear una línea de montaje de baterías en la Gigafactoría de Nevada. Si bien la información apunta a una “pequeña instalación”, la compañía china será la encargada de suministrar la maquinaria necesaria para la fabricación. De esta forma, los americanos se aprovecharán de los conocimientos chinos y podrán pasar rápidamente de la fase de proyecto a la de fabricación. Esta no es la primera vez que ambas compañías colaboran.
Los MegaPacks de Tesla se han convertido en una gran fuente de dinero
En esta ocasión, Tesla tendrá el control total de las instalaciones y cubrirá al 100% del coste de la producción y del personal. CATL suministrará los equipos y aportará los conocimientos necesarios para la configuración de la línea de montaje. Las baterías LFP se han mostrado especialmente atractivas para desempeñar las funciones de almacenamiento. Son más baratas y seguras que las ternarias NCM, aunque su densidad energética es menor. Estas características las hacen especialmente favorables para los MegaPacks. En el último año, Tesla ha incrementado exponencialmente el número de centros en Estados Unidos.
CATL y Tesla tienen estrechos y corrientes acuerdos de colaboración. Los chinos se encargan de suministrar baterías para los coches eléctricos de la compañía. Una de las fuentes ha mencionado que esta maniobra responde a un esfuerzo por consolidar la cadena de suministro y producción de baterías LFP en Estados Unidos. Por su parte, Tesla también ve el acuerdo de compra y colaboración como una forma rentable de establecer nuevas instalaciones en sus centros. En un futuro, la producción se podría destinar a otros fines completamente diferentes.
Todavía no han dado comienzo las labores de construcción de la nueva instalación. La planta tendrá una producción limitada, en torno a 10 GWh anuales, según han comentado las fuentes. El proyecto podría expandirse en el futuro si todo transcurre correctamente y con ajuste a los planes establecidos. Es más que probable que la línea de montaje no esté completamente operativa hasta el año que viene, aunque hay potencial para que la instalación llegue a representar el 20% de la producción de baterías de Tesla en Estados Unidos. Por el momento, no hay confirmación oficial por ninguna de las dos partes.