Toyota ya ha iniciado todos los procesos para el lanzamiento comercial de su primer eléctrico. El Toyota bZ4X es un coche de gran importancia para la marca japonesa, pero los nipones plantean un formato comercial muy particular para los primeros años de vida de su nueva criatura. Estará disponible únicamente bajo subscripción, no solo en Japón, como ya se sabía, también en Europa, donde ya se han anunciado los precios de lanzamiento para el mercado alemán.
Los japoneses tienen una forma muy particular de pensar y de ver la realidad. En el país asiático la incidencia del coche eléctrico es incluso más baja que en España. Los conductores no confían en los coches eléctricos, siendo muy escépticos en cuanto a autonomía e infraestructura de carga. Prefieren otras alternativas electrificadas, principalmente híbridos enchufables e híbridos convencionales, donde Toyota muestra su gran poderío.
Sabedores de esto, los directivos de Toyota plantean un lanzamiento bajo subscripción para el mercado local. El Toyota bZ4X no se comprará, se alquilará durante un plazo de 36 meses, tres años, en los que se incluirán otros aspectos como el mantenimiento. Esta particular estrategia comercial también se empleará en Europa, tal y como afirma Automotive News. Toyota quiere replicar el formato de venta con el que se introdujeron los primeros coches eléctricos hace ya más de una década. Un alquiler que se realizará a través de la empresa KINTO, la submarca de Toyota dedicada a tales menesteres.
Por el momento, la división española no ha especificado precios de venta, pero sí la alemana. En Alemania el bZ4X estará disponible desde un precio de salida de 48.580 euros, llegando a un máximo de 57.290 euros. Ahora sabemos que estos precios serán bajo un programa de arrendamiento que incluirá el mantenimiento, el acceso a servicios conectados y la instalación de un punto de carga doméstico. Un paquete muy completo que ayudará a los clientes primerizos a dar tan decisivo paso.
A pesar de una estrategia tan diferente, Toyota sabe que el bZ4X no se convertirá en un éxito de ventas, pero tampoco se muestran muy preocupados al respecto. Los japoneses quieren que el SUV eléctrico sea atractivo para aquellos que dudan, el volumen de ventas es secundario. La estrategia de la compañía comprende una inversión de más de 35 mil millones de dólares hasta 2030 con la intención de vender más de 3,5 millones de coches eléctricos para entonces, además de lanzar 30 modelos eléctricos diferentes en todo el mundo.
Habrá que ver si la estrategia de arrendamiento en lugar de compra satisfará a los conductores europeos, un continente donde el coche eléctrico está cada vez más extendido. Algunos analistas dudan de la estrategia que quiere implantar Toyota, pero desde la marca se aferran a la idea de que su papel es el de disipar la ansiedad de los conductores eléctricos primerizos. Ofrecer garantías seguro que anima a muchos a cambiar de mentalidad.