La motocicleta eléctrica Roam Air es un vehículo liviano, práctico y con una autonomía suficiente para recorrer 180 kilómetros gracias a la energía que le proporcionan sus dos baterías extraíbles. Ha sido diseñada, desarrollada y fabricada en Kenia pensando en satisfacer las necesidades de los habitantes de las áreas rurales y urbanas de África. Unas cualidades que se reflejan en su aspecto, sin concesiones al lujo ni a la sofisticación, pero que reclama el bajo precio de adquisición, apenas 1.500 euros con una batería (2.000 con las dos), y los escasos costes de mantenimiento, como sus principales ventajas.
Los residentes africanos compraron 3,5 millones de motocicletas nuevas en 2016. Una cifra que se espera que supere los 10 millones de unidades a principios de la década de 2030. Como en muchas áreas todavía en desarrollo, el transporte público es inadecuado y las motocicletas baratas y resistentes se han vuelto indispensables para el transporte de viajeros, como vehículos de reparto o como taxis casi improvisados. Un mercado que está por explotar y en el que los vehículos eléctricos tienen mucho que decir. Si bien no existe ni el germen de lo que podría ser una red de recarga pública para ellos, la recarga vinculada si es una posibilidad. Por eso las motocicletas eléctricas con una autonomía adecuada para el día a día y fáciles de recargar en un enchufe doméstico tienen mucho sentido.
Roam, una empresa con sede en Nairobi que también fabrica autobuses eléctricos, convierte vehículos 4x4 a eléctricos y comercializa sistemas solares para negocios y residencias, ha comprendido este escenario en el que se encuentra. Por esa razón ha creado la motocicleta eléctrica Roam Air, diseñada específicamente para realizar esas tareas en esas condiciones.
Esta motocicleta es una máquina simple, con un marco metálico en forma de cuna, bastante ligero y que se apoya sobre neumáticos todoterreno y suspensiones de doble amortiguador que filtran lo suficiente las innumerables irregularidades de las carreteras y los caminos africanos. Una posición ergonómica erguida permite al conductor viajar atento a lo que ocurre a su alrededor. Su asiento es lo suficientemente grande como para que puedan viajar en él dos personas. Cuenta con un práctico portaequipajes trasero de aspecto resistente para el transporte de objetos y un compartimento para guardar objetos donde habitualmente se situaría el tanque de gasolina. No en vano la capacidad de carga total de esta motocicleta eléctrica es de 220 kilogramos.
Roam no indica en su página web la potencia del motor de la motocicleta, pero sí que ofrece hasta cinco modos de potencia, siendo uno de ellos una marcha atrás. En el lugar en el que habitualmente debería estar el motor de combustión se sitúa en este caso un bastidor que alberga las dos baterías extraíbles que lo alimentan. Dotadas cada una de ellas de un asa, el sistema de seguridad adoptado parece un simple candado que las asegura a la motocicleta, lo que puede ser un problema pues este componente valioso y útil es muy atractivo para los ladrones.
Roam presenta esta motocicleta eléctrica como una forma de ahorrar dinero en comparación con una de combustión. Señala sus bajos costes de funcionamiento de manera que, si se adquiere con financiación, es directamente más barata que un scooter equivalente de gasolina de 120 cm3. De hecho, Roam la ofrece a un precio muy bajo para ser una motocicleta con tecnología eléctrica ya que indica que se puede adquirir por 1.500 dólares (1.475 euros al cambio) con una sola batería y por 2.050 dólares (2016 euros) con las dos baterías.
Por ahora, la motocicleta está disponible para pedidos anticipados a través de la web, y se anuncian las primeras entregas a finales de este año, en una primera serie de "producción limitada" con un coste adicional de 500 dólares. Las que se fabriquen en volumen, por el precio indicado anteriormente se entregarán en 2023.