La activación de los aranceles portuarios está frenando, pero no deteniendo a las marcas chinas en su claro afán de conquista. Europa es el campo de batalla y si bien Bruselas cree haber levantado un muro infranqueable, la verdad es que sólo es cuestión de tiempo que las marcas chinas consigan flanquearlo. Muchas empresas ya buscan soluciones para ello. La más clara es fabricar directamente en el Viejo Continente. Leapmotor es una de las compañías que más ruido está levantando. Su incorporación a la órbita del Grupo Stellantis les ha permitido apoyarse en una de las estructuras más grandes de Europa. Ahora quieren dar un paso más allá.
A finales del año pasado Leapmotor abrió sus primeras concesiones en Europa, incluyendo España. De ellas salieron los primeros coches matriculados. La fase de lanzamiento contempla dos unidades, bastante dispares entre sí. Por un lado está el Leapmotor T03. Un pequeño SUV urbano diseñado para plantar cara al Dacia Spring. Por otro lado está el Leapmotor C10. Un atractivo SUV medio de buena autonomía y atractiva relación calidad-precio. Por el momento son pocos los que se dejan ver, pero la marca no tiene prisa. Más adelante llegará el Leapmotor B10, presentado en el último Salón de París, y la versión EREV del C10 con casi 1.000 kilómetros de alcance.
Zaragoza como centro de referencia a escala internacional
Leapmotor quiere posicionarse como una marca económica sin llegar al límite del bajo coste. Por eso necesita reducir las facturas al máximo posible, y Europa se lo impide. Si bien los aranceles todavía no han repercutido en los precios, es bastante posible que acabe haciéndolo sí es que los chinos, apoyados por Stellantis, encuentran una solución. No es la primera vez que hablamos de la posibilidad de derivar a Europa parte de la producción, pero tal y como informa la Tribuna de la Automoción, la posibilidad de fabricar en España está cada vez más cerca. En Zaragoza, en Figueruelas, para ser más exactos.
Stellantis tiene los derechos de explotación de la marca en Europa y será ella la que tome la decisión final en función de los intereses. Se barajan varias posibilidades, desde la fábrica de Eisenach (Alemania), a la de Trnava, (Eslovaquia). Sin embargo, la mejor posicionada es, por el momento, Zaragoza tras la caída de la planta de Polonia. Figueruelas ha estado recientemente en el ojo de la noticia tras haber recibido la importante responsabilidad de instalación de una gran fábrica de baterías LFP de CATL. Una inversión de más de 4.000 millones de euros que transformará por completo la fábrica. Se espera una producción de 50 GWh al año.
A Stellantis y a los chinos les gusta el hecho de centralizar en Zaragoza todo lo necesario para producir los coches eléctricos de Leapmotor y el resto de marcas de Stellantis. Se reducirían significativamente los costes de producción. Cabe recordar que Zaragoza se encargará de producir los coches eléctricos más pequeños de Stellantis, basados en la plataforma STLA-Small, pero no será antes de 2027 cuando se entre en esa fase. El proyecto de CATL arrancará a finales del próximo año, momento que aprovecharía Leapmotor para introducir sus modelos en las renovadas líneas de la factoría aragonesa.