Hace unos días ya os hablamos sobre la nueva categoría competitiva que está a punto de ver la luz, la Serie E1, una nueva modalidad al más puro estilo de la Fórmula E de los mares. Ahora llega el momento de conocer nuevas y más arriesgadas competiciones. Tanto el mar como la tierra, son elementos más factibles y accesibles en los que realizar carreras pero, ¿qué hay del aire?
El futuro de las carreras aéreas ha llegado, o así lo afirma Alauda Aeronautics. Ya hemos podido ver en innumerables ocasiones, muchos prototipos y diseños de lo que podrían ser los taxis voladores en los próximos años. Pero la aeronave de la que hoy venimos a hablar no compite en este terreno, sino en uno aún más exclusivo y arriesgado.
La empresa de origen australiana, Alauda Aeronautics, ha anunciado al mundo su primer vehículo capaz de levantarse decenas de metros del suelo. Su presentación se llevó a cabo en Febrero de este mismo año, pero ahora este proyecto se encuentra en una posición mucho más avanzada y ya contamos con un prototipo completamente funcional.
A pesar de que esta aeronave no se dirigirá a un mercado comercial, sí que podrá servir como banco de pruebas para futuras tecnologías que se implementarán en el mercado dentro de unos años. Al más puro estilo de lo que llevamos décadas viendo en la Fórmula 1, aunque el nombre que llevará esta nueva y próxima competición será Airspeeder EXA Series.
El Airspeeder MK3 ha llevado a cabo, en el sur de Australia, su primer vuelo no tripulado. En los planes de la empresa se encuentra el próximo año 2022 como el momento en que se realizará por primera vez un vuelo tripulado, momento en el que quieren dar el pistoletazo de salida al nuevo campeonato.
En esta primera carrera, se contará con dos pilotos para cada uno de los cuatro equipos participantes. Aunque se espera que esta tenga lugar el año próximo, lo cierto es que su concepción parece sacada de una futurista película de Steven Spielberg pero, por supuesto, no es imposible que esta se lleve a cabo. Ciertamente, en el vídeo proporcionado por la propia marca, podemos ver cómo en el aire se dibuja una suerte de circuito en las que los Airspeeder deberán correr (o volar) a varias vueltas.
Simulador del Airspeeder Mk3.
Durante su primera etapa vital, las carreras se llevarán a cabo telemáticamente. Un piloto se acomodará en un asiento preparado, al más puro estilo PlayStation y podrá pilotar el Airspeeder a distancia, visualizando el recorrido gracias a una imagen de realidad aumentada del propio circuito, y demás parámetros necesarios para su vuelo.
Una vez concluyan todas las fases de pruebas y obtenga los permisos necesarios, en la propia cabina de la aeronave se alojará este piloto, al más puro estilo Fórmula 1, incluso se realizarán paradas en boxes a mitad de la carrera, aunque en lugar de cambiar las ruedas, aquí se cambiarán las baterías.
La autonomía del Airspeeder aún es corta, pues tan sólo es capaz de soportar vuelos de 15 minutos en modo carrera. Esto hará necesario que los propios equipos creen sus estrategias de paradas en boxes para quitar las baterías ya gastadas y sustituirlas por unas completamente cargadas.
Cada uno de estos vehículos será capaz de transportar un máximo de 80 kilos. Su diseño es el de un octocóptero con 4 brazos, ubicados en cada esquina de su fuselaje. Por supuesto, estamos ante un vehículo completamente eléctrico y su potencia máxima será de 320 kW, y su peso de 130 kilos. Por supuesto, en una carrera formal, siempre tendremos que hablar de altas velocidades y es que aquí tampoco serán precisamente bajas, pues el Airspeeder podrá alcanzar hasta 200 kilómetros por hora y una altura máxima de 500 metros.
Aunque la idea principal de la empresa fundadora de esta nueva competición es dar al gran público unas buenas dosis de diversión y entusiasmo, sus miras también están enfocadas en acelerar la democratización de la tecnología de la aviación eVTOL. Categoría que podrá llevar la movilidad un paso más allá en cuanto a las aplicaciones médicas y de transporte que podría llegar a ofrecer.