No sólo vemos como el mundo del automóvil se ha visto contra las cuerdas para renacer en forma de vehículos más eficientes y con bajos o nulos niveles de emisión de gases nocivos. Este replanteamiento de las diferentes mecánicas térmicas lo vemos continuamente instaurándose en casi todo tipo de vehículos, y por supuesto, los barcos no iban a quedarse atrás.
Que las mecánicas híbridas son un rotundo éxito lo sabemos todos, lo que ya no es tan común es ver como este tipo de motorizaciones se adaptan al corazón de un navío. Concretamente, el caso que venimos a comentar hoy es el del Juliet, un precioso velero tipo queche construido hace más de 30 años, en el año 1990, el cual aún tiene mucha vida por delante, y para afrontarla ha pasado por las manos de los chicos de Royal Huisman.
Royal Huisman es un constructor de barcos ubicado en Ámsterdam. Esta empresa recibió el encargo durante el pasado año 2019, y por precipitado que pareciese en cuanto a lo tecnológico de la hazaña, lo cierto es que este no ha sido el primer yate híbrido que la naviera ha puesto sobre las olas, ya que previamente hizo lo propio con el Ethereal, un barco de similar estructura al Juliet que fue entregado a sus propietarios en el año 2009, y que consiguió el galardón de ser el primer superyate híbrido del mundo (su eslora era de 58 metros, por lo que tampoco podemos pensar que estamos ante un pequeño barco de paseo).
Ya vemos como esta tecnología tiene más bagaje del que podríamos imaginar, y por ello, los propietarios del Juliet acudieron a la central de Royal Huisman, donde harían un remozado completo al enorme corazón de este navío. Y aunque hablamos de un cambio total en su mecánica, lo cierto es que estamos ante un barco que tiene sobre sus espaldas más de 250.000 millas náuticas recorridas, lo que a kilómetros se traduce en casi medio millón.
El mayor protagonismo de esta conversión se lo ha llevado la transmisión, la cual ahora se ha adecuado para que se acople tanto al propio motor como a un generador eléctrico. Esta novedad en la transmisión asegura que el motor térmico podrá alimentar las baterías instaladas para que se recarguen, de forma que una vez la carga sea la adecuada, el Juliet emprenderá la marcha de forma completamente eléctrica.
Con el motor térmico configurado de forma que se convierta en la fuente principal de generación de energía, se ha podido instalar un sistema para que en el momento de arriar o izar las velas se realice de forma eléctrica y automática. Una vez estas se encuentren desplegadas y disponibles para la navegación eólica, las propias hélices del barco generarán electricidad que irá directamente destinada a la recarga de las baterías. La carga rápida se realizará a través del funcionamiento del motor térmico. Por supuesto, todo el grupo electrógeno del barco pasa a ser responsabilidad de las baterías, con lo que se ha ganado en la eliminación del ruido que podía generar la mecánica tradicional, así como la propia polución que antes era arrojada al aire.
La factoría de Huisfit está en pleno desarrollo de varios sistemas de soluciones eficientes para navíos con mecánicas contaminantes. En palabras de Jan Timmerman, CEO de Royal Huisman, «el enfoque de Huisfit reúne nuestra infraestructura, tecnología y habilidades con los principales especialistas de la industria para proporcionar una solución a medida para cada proyecto de reacondicionamiento, reconstrucción y renovación en un paquete personalizado». Dadas estas palabras queda claro que en los próximos años veremos todo un despliegue de tecnologías híbridas en alta mar, con soluciones adaptadas a cada tipo de cliente y navío.