Lo de la película de Mad Max no lo decimos nosotros: el propio Dangerholm menciona esta saga como la inspiración para realizar esta especial bicicleta eléctrica de Gravel.
“En las películas de Mad Max, vemos creaciones increíbles en todas las formas y tamaños, pero con un fuerte olor a óxido, metal brillante y objetos puntiagudos y peligrosos. A pesar de tener un aire de haber sido construidos en depósitos de chatarra, son algunos de los coches y motocicletas más geniales y de aspecto más rudo que se hayan creado jamás”, comenta el genial diseñador.
Hierro oxidado parece, fibra de carbono es
El cuadro de la Scott Solace es de fibra de carbono, y el de esta especial bicicleta, también. Aparte del acabado, Dangerholm insertó un tubo adicional a mitad del triángulo principal al estilo ‘Klunker’, una concesión nada más que estética.
“Lo corté y le di otra forma para que encajara lo mejor posible dentro del triángulo delantero de la Solace. Si bien no soy ajeno a las modificaciones, no soy un experto en trabajos con carbono, así que dejé que mi reparador de carbono local lo fijara en su lugar”, dice Dangerholm.
“Para combinar con el tema del metal oxidado, hice una nueva placa protectora de la unidad de transmisión con metal, junto con placas protectoras de los tirantes del asiento sostenidas en su lugar usando los puntos de fijación del guardabarros”, prosigue diciendo el sueco en su recorrido personal por la Solace.
La particular pintura hace que la Solace parezca oxidada… y es que, en realidad, la pintura utilizada contiene un tipo de polvo de hierro que se oxida. Tras el pintado, la han lijado y rociado con un activador que acelera la oxidación. “Por lo tanto, cada vez que la bicicleta se lava o se deja bajo la lluvia, se oxidará de nuevo y adoptará nuevos tonos y texturas”, comenta Dangerholm.
Horquilla sacada de los desguaces australianos
Quizás el componente que más nos recuerda a esos (aparentemente) destartalados vehículos que rodaban por los desiertos australianos sea la horquilla: un entramado de tubos de acero que alberga también el manillar (plano).
Detalles como la cubierta del tubo de dirección al más puro estilo de acero de Damasco, monedas que se colocan en los extremos del tubo de la horquilla y del manillar o el particular anclaje de la pinza delantera de freno con un impecable enrutamiento del cableado son dignos de las mejores creaciones del diseñador sueco.
Motor del futuro
Entre tanta ‘cacharrería’ emerge la unidad motriz: como en la bicicleta de serie, el TQ HPR50 (50 Nm) es el protagonista: su concepción ‘light’ ha marcado tendencia. La batería, es la TQ de 360 Wh.
La transmisión corre a cargo de Sram y su modelo X0 AXS (electrónico) sacado del mountain bike: perfecto para combinar con un gran cassette que otorgue unas relaciones de transmisión lo suficientemente cortas como para que esta Solace Wasteland suba ‘por las paredes’. El cambio se maneja mediante los Wireless Blips (unos pequeños botoncitos) instalados en el manillar. Las bielas son Rotor y el plato Garbaruk. Destacan las roldanas que el diseñador ha instalado en el cambio: su aspecto a hierro oxidado casa a la perfección con el resto de la bicicleta.
Detalles por 'doquier'
Esta bicicleta eléctrica tiene detalles por los cuatro costados que merecen la pena destacar: nos encantan los discos de frenos simulando discos de sierra (con unas imponentes protecciones en acero). Las pinzas son de accionamiento mecánico que, en palabras del diseñador, quedaban más a juego con el espíritu de la bicicleta.
Un portabidón King Cage Oliver Flask, fabricado específicamente para adaptarse a un bidón Stanley, se instala en la tija del sillín. Y un portabidón King Cage Manything, que normalmente se usa como portaequipaje, sujeta en esta ocasión una botella Elite retro con correas de cuero.
El sillín no podía ser otro que uno firmado por Brooks y que, además, estuviera viejo y desgastado: en esta Wasteland se monta el que usó el propio Dangerholm durante años para ir al trabajo y que, como él mismo comenta “sobrevivió a uno o dos accidentes”.