La nueva Trek Powerfly+ es una bicicleta eléctrica de montaña que está disponible con doble suspensión (FS) o con la trasera rígida (HT) que tiene, además, versiones muy equipadas, lo que la convierte en una de las eMtb más versátiles del planeta. Ahora también monta el nuevo motor de Bosch, el Performance Line CX Gen 5.
Y es que el nuevo motor ofrece un sistema de asistencia de pedaleo mejorado: es más silencioso y, en palabras del fabricante, aporta al ciclista una sensación más natural que su antecesor.
Y todo ello sin perder el fuerte carácter que ha caracterizado a esta unidad motriz: hablamos de que cuenta con un par motor de 85 Nm y picos de potencia de hasta 600 W.
Por su parte, se montan diferentes baterías en función del modelo y del acabado en cuestión: no obstante, hablamos de unidades PowerTube de Bosch de 800 o de 600 Wh de capacidad.
Decir que las baterías son desmontables, algo que siempre viene bien si necesitamos recargar la batería (en un viaje o cuando vayamos, por ejemplo, al trabajo) en un sitio donde no dispongamos de una toma de corriente. Como ya es norma, el Range Extender opcional PowerMore de Bosch está disponible y aporta 250 Wh adicionales.
Nuevos cuadros, pero siempre en aluminio
Decíamos que la Powerfly+ se oferta o bien con un cuadro con trasera rígida o con doble suspensión. Esa posibilidad no es nueva, pero ambos cuadros sí que lo son, con un diseño algo más estilizado y con ligeros cambios en la geometría que hace de las nuevas Powerfly+ unas bicicletas más capaces a la hora de afrontar senderos técnicos.
Por ejemplo, la doble suspensión (FS) tiene un recorrido trasero de 120 mm que, combinado con el recorrido de 130 mm de la rueda delantera, confeccionan una bicicleta de enfoque Trail.
El modelo rígido se queda en 120 mm de recorrido en la rueda delantera, ahondando más en una utilización, quizás, más ‘pistera’.
El rango de uso es amplio, en principio por su propia concepción y también porque el cuadro está preparado para instalar portabultos, guardabarros y pata de cabra. De hecho, las terminaciones denominadas ‘Equipped’ llevan estos accesorios de serie, lo que hace de ellas unas monturas ideales tanto para realizar viajes como para los desplazamientos urbanos.
Este nuevo cuadro ha visto desaparecer una talla (la XS), dejando un total de cuatro. Las ruedas, en ambos ejes, son de 29’’ aunque, en el caso del cuadro de talla S, el diámetro de estas será de 27,5’’, para no ralentizar las capacidades de reacción.
Cuatro acabados están disponibles de cada modelo, lo que hacen un total de ocho, una amplia oferta para abarcar distintos usos y bolsillos: la más asequible es la rígida Powerfly+ 4 (3.699 €) con batería de 600 Wh y la más exclusiva (y cara) es la doble suspensión Powerfly FS+ 8 (6.999 €) que, por ejemplo, instala una transmisión electrónica de Sram.
Más información en: Trek Powerfly+ 2025