Un gran aliciente para 2025 es tener en mente algún tipo de reto u objetivo: y este que proponemos tiene la ventaja de poder ser realizado con cualquier bicicleta eléctrica. En este aspecto no hablamos de categorías, simplemente de tener ganas para lanzarse a realizar una pequeña (o gran) aventura en forma de viaje.
Vamos a dar una serie de recomendaciones para ponernos ‘manos a la obra’ aunque, evidentemente, no pretendemos sentar ‘cátedra’ ya que habrá muchos factores que determinarán en cierta medida tanto el planteamiento de nuestro viaje como la equipación a llevar: dependerá del lugar donde viajemos, de la época del año, de los días que queramos estar fuera….
La equipación y preparación de nuestra bicicleta
Tenemos que tener claro que existen diferentes aspectos: por un lado, necesitaremos un mínimo de accesorios y/o componentes para el transporte de nuestro equipaje. Y también tener nuestra bici a punto y, sobre todo, al mínima seguridad de que no nos va a dejar tirados en medio del viaje.
- Una parilla portabultos es de los accesorios más recomendables ya que podemos llevar alforjas en ella, algo que aporta una gran capacidad. Hay que tener en cuenta si nuestra bicicleta tiene un sistema de suspensión trasera ya que no vale cualquier parrilla (aunque las hay diseñadas para la ocasión).
- Si optamos por las alforjas, es interesante que sean impermeables (no todas lo son). Existen en el mercado una especie de ‘chubasqueros’ para taparlas.
- Si nuestra salida no es de muchos días, las bolsas que se acoplan en los cuadros son una gran solución aunque, evidentemente, tenemos que ver si el hueco de nuestro cuadro las admite. Nosotros probamos hace unos meses un par de bolsas muy recomendables en ese aspecto. Existen para el manillar, para detrás del sillín pero, en cualquier caso, nunca tendrán la capacidad de unas alforjas.
- Es importante, aunque no tengamos en mente rodar de noche, llevar un buen set de luces: la DGT obliga las luces delanteras y traseras en condiciones de baja visibilidad, como al anochecer, al amanecer, en túneles y en días nublados o lluviosos.
- Si nuestra bicicleta tiene las ruedas con un sistema tubeless (y su correspondiente líquido antipinchazos), estaría bien llevar un sistema para repararlas en caso de un gran pinchazo (mechas de caucho, bombonas de CO2 para inflar…).
- Si llevamos cámaras, recomendamos mantenerlas, ya que los sistemas tubeless, en caso de percance, son muy engorrosos: el líquido mancha mucho ya que, en el fondo, no deja de ser una especie de pegamento. Recomendamos llevar varias cámaras y, como mucho, poner algún sistema antipinchazos como unas bandas protectoras. Por supuesto, habrá que llevar con nosotros unos desmontables y una bomba o, en su defecto, bombonas de CO2 (recuerda que cada una vale para un solo inflado de una rueda).
- Un mínimo de herramientas: una multiherramienta, un pequeño alicate (viene bien para desenroscar las pequeñas roscas de las válvulas que, en el caso de las tubeless, se suelen quedar pegadas), un cable del cambio…
- Asegurarnos de que nuestra batería está en perfecto estado: comprobar que carga correctamente (y al 100 %) y que el cargador no tiene algún daño. En caso de baterías extraíbles, limpiar los bornes de conexión. Si podemos, no estaría de más hacernos con una batería extra o con un Range Extender en caso de que sea posible.
Ahora nos toca a nosotros...
- Tenemos que llevar lo imprescindible de equipaje: es cierto que dependerá de la climatología y de los días que pretendamos estar de viaje pero, lo recomendable es llevar lo mínimo. En caso de una época fría, es mejor vestirse con varias capas por si en algún momento tenemos calor. Es recomendable hacerse con un buen culote: creemos que es importante no escatimar en ese componente y buscar de los que nos aportan una buena filtración durante muchas horas de pedaleo.
- Por otro lado, para ser visibles e incrementar la seguridad, es importante vestir colores vivos y llamativos.
- El casco es obligatorio una vez que salimos de los núcleos urbanos.
- En cuanto a la hidratación, es importante aprovechar las roscas de las que disponga nuestra bicicleta para instalar todos los portabidones posibles. Si no nos da con lo que nos ofrece nuestra bicicleta, tendremos que hacernos con algún sistema de hidratación como las mochilas o algunas riñoneras. Si tenemos mucho espacio en nuestras alforjas, también podremos llevar bidones en ellas.
- Hay que llevar agua de más y tener en cuenta que, lo recomendado, es beber, aproximadamente, medio litro de líquido cada hora de pedaleo.
- Aunque tengamos planificadas paradas, tendremos que llevar algo de comer con nosotros: barritas energéticas o simplemente frutos secos ocupan poco, no ensucian y poseen un gran aporte energético.
Planificación y estrategia en nuestro viaje
- Planificar nuestra ruta: existen diferentes aplicaciones muy interesantes, en la cuales encontrar rutas preestablecidas, con paradas de interés. Wikiloc, Google Maps, Komoot y Strava son tremendamente útiles. Con ello, podremos saber, aproximadamente, la autonomía de nuestra batería. Es importante no solamente saber el kilometraje: el desnivel positivo acumulado nos puede ayudar para ‘afinar’ en el gasto.
- Independientemente de que cuando pernoctemos sea cuando realicemos la carga a nuestra batería, no está de más saber de algún punto interesante durante la ruta: tanto para resolver un contratiempo (reparación o, lo que decíamos, recargar la batería), también podemos tener claro sitios de interés turístico, tiendas, restaurantes, dónde conseguir agua… Es importante ir realizando paradas durante el camino para descansar, y más si hemos previsto un viaje de varias jornadas.
- Preservar nuestra batería: aunque creamos tener 'Wh de sobra', aprovechar cualquier momento para ahorrar es bueno. Rodar lo máximo posible en modos de poco aporte de potencia hará que consumamos menos y, ante un imprevisto (por ejemplo, nos hemos perdido y tenemos que hacer más kilómetros), nos aseguraremos batería suficiente.
Conclusión
Cualquier precaución es poca: ser consciente de nuestras limitaciones o empezar por pequeños retos antes de embarcarnos en grandes aventuras nos parece fundamental para que nuestra primera ‘prueba viajera’ sea un éxito.
La planificación, tanto de itinerario como de nuestras necesidades, es indispensable. Y, evidentemente, tener la bicicleta a punto, también. En estos casos nos parece una gran idea, aunque creamos que tenemos la bicicleta en perfectas condiciones, llevarla a un establecimiento especializado para que nos la den un repaso y salir de viaje con todas las garantías necesarias.