Pepsi y Coca-Cola mantienen una guerra abierta desde hace décadas por el control del mercado de las bebidas refrescantes. Esta rivalidad afecta a las ventas y, como es lógico, esto incluye a la variable de los costes operativos y logísticos. Ahora bien, mientras que la primera de las marcas mencionadas apostó hace años por la movilidad sostenible haciendo un pedido de decenas de unidades del Tesla Semi (el camión eléctrico que está llamado a revolucionar la industria del transporte de mercancías), el contraataque de Coca-Cola acaba de producirse ahora.
Coca-Cola apuesta por la movilidad eléctrica adquiriendo un par de decenas de camiones eléctricos
Coca-Cola invertirá varios millones de dólares en la adquisición de 20 unidades del Daimler Freightliner eCascadia, uno de los primeros camiones eléctricos que hay disponibles en Estados Unidos. Se trata de una inversión que permitirá abastecer aquellos núcleos de población situados a escasamente cientos de kilómetros de las embotelladoras, un movimiento muy interesante desde el punto de vista estratégico.
Si bien es cierto que Pepsi ya ha podido realizar pruebas con el Tesla Semi, su principal competidor podrá hacer lo propio en el corto plazo con el modelo propiedad de Daimler AG. Este modelo, cuya tecnología comparte con la división Trucks de Mercedes-Benz, es de Clase 8, por lo que está pensado para el transporte pesado. Disponible en tres configuraciones distintas, puede ofrecer un total de 249, 354 o 370 kilómetros con cada ciclo completo de carga.
De acuerdo con la información oficial, Daimler AG ha recibido un pedido de una veintena de unidades del Freightliner eCascadia, no habiéndose especificado cuál será la opción de baterías elegida. Los pedidos comenzarán a acometerse en las próximas semanas al tratarse de un modelo que ya se encuentra en el ámbito comercial. Las primeras estimaciones efectuadas por la compañía se encuentra la posibilidad de reducir las emisiones contaminantes hasta en un 30% para el año 2030.
Esto es así gracias a la reducción en el consumo de combustible convencional, ya que se prevé que no se haga uso de diésel por valor de 150 mil litros anuales. Además del pedido efectuado, se espera que pueda integrarse alguna red de carga rápida en las instalaciones de Coca-Cola para hacer más eficiente el sistema de recarga. Teniendo en cuenta la potencia instalada de este tipo de estaciones, se podría disfrutar del 80% de capacidad de las baterías en tan solo 2,5 a 3 horas.
Este programa piloto será de vital importancia para Coca-Cola, puesto que permitirá conocer si un modelo de transporte eléctrico permite un ahorro importante en términos de coste y, por supuesto, hasta qué punto es fiable esta tecnología en el medio plazo. Sea como fuere, mediante esta decisión la firma de bebidas refrescantes se pone al mismo nivel que su principal competidora.