En los últimos meses, los aranceles se han vuelto un tema recurrente. Esto ya venía siendo así desde hace alrededor de un par de años, desde que el ejecutivo de Joe Biden, ex presidente de Estados Unidos, impusiese un 100% de estos impuestos a los productos chinos. Desde entonces, las noticias al respecto llegaron en cascada, con una Unión Europea que tomó el mismo camino a finales de 2024 e impuso un porcentaje de hasta el 45,3% a la importación de coches eléctricos chinos.
En el momento en el que comenzó a sonar la posibilidad de que Europa tomase esta vía, fueron muchos los altos directivos de conocidas compañías los que se opusieron tajantemente a esta medida. Entre ellos estaban el CEO de Volkswagen, Thomas Schäfer, el de BMW, Oliver Zipse, o el de Mercedes-Benz, Ola Källenius. Con el tiempo se ha demostrado que estos impuestos no sólo han afectado a las propias marcas chinas, sino también a las europeas que producen sus modelos allí.

El CEO de Mercedes-Benz no se corta en su opinión sobre los aranceles
Ahora, Ola Källenius, quien también cumple las funciones de presidente de ACEA (Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles), ha dado su punto de vista al respecto durante el Salón del Automóvil de Shanghai. En el estrado, tal y como apuntan desde el medio Automotive News Europe, pidió a la Unión Europea que avance en la negociación con China y reconsidere retirar los aranceles.
“Siempre es legítimo debatir sobre la igualdad de condiciones en un mercado abierto. Pero una barrera arancelaria por sí sola es el instrumento más burdo que se puede utilizar”, apuntó Ola Källenius en su intervención.
“Esperábamos que la UE y los negociadores del lado chino encontraran una solución justa y rápida, y por todo lo que he leído y oído, están en conversaciones. La historia nos enseña que las economías expuestas a la fuerza de la competencia son las más innovadoras. Eso es lo que queremos”, aseguró el máximo directivo de Mercedes-Benz.

Según se lleva unas semanas rumoreando, la Unión Europea está en conversaciones abiertas con el Gobierno de China para renegociar estos odiados aranceles. Desde la UE apuntan que, de igual forma, habría que encontrar un término justo para evitar la competencia desleal de las compañías chinas hacia las europeas. Por ello, se está estudiando sustituir los aranceles por el establecimiento de un precio mínimo para la venta de los coches eléctricos.
Para alcanzar este acuerdo, la Unión Europea está proponiendo que los fabricantes chinos también inviertan más capital sobre el Viejo Continente y proporcionar transferencias de tecnología. Pero, ¿compensa a los fabricantes chinos acatar estas condiciones a cambio de no pagar aranceles y establecer un precio mínimo para sus coches eléctricos? Esa parecen ser las principales causas para la demora en la negociación entre ambas partes.