Una de las claves en el avance del coche eléctrico está en sus baterías. La evolución de éstas está siendo continua, consiguiendo cada vez mejor rendimiento, mayor durabilidad y un aguante cada vez mayor en lo referente a potencias de carga. Sin embargo, lo que cambiará el juego serán las baterías de estado sólido y Stellantis acaba de anunciar un gran paso adelante en las suyas.
Hace tiempo que el grupo hizo pública su intención de montar baterías de este tipo en una flota de Dodge Daytona para 2026 y ahora se encuentra más cerca de ese objetivo.

Están listas para su uso en la automoción
El anuncio que han llevado a cabo Stellantis y Factorial es que han conseguido que las celdas de batería de estado sólido FEST (Factorial Electrolyte System Technology) se validen con éxito para ser utilizadas en el mundo de la automoción, lo que supone un paso importante para poder montarlas y venderlas junto a su nueva generación de coches eléctricos.
Es algo que beneficia a toda la industria, puesto que las baterías en estado sólido presentan ventajas notables respecto a las de iones de litio estándar, siendo los dos aspectos más destacados que ofrecen una velocidad de carga mucho mayor y que tienen una densidad energética superior.
En el caso de las celdas FEST de 77 Ah, tienen una densidad energética de 375 Wh/kg con más de 600 ciclos, a temperatura ambiente son capaces de cargar del 15 a más del 90% en 18 minutos y, además, las células cuentan con una potencia de salida con velocidades de descarga de hasta 4C.
Factorial ha conseguido desarrollar una nueva formulación de electrolitos que permite superar las limitaciones que había hasta ahora para las baterías en estado sólido en lo referente a la temperatura. Ahora son capaces de funcionar a temperaturas que se muevan entre los -30 °C y los 45 °C.
Además, en el proyecto se ha trabajado también en el diseño del pack de baterías, que ahora cuenta con una arquitectura que mejora su integración y, sobre todo, permite reducir el peso, algo que también ayuda a mejorar la autonomía de los vehículos que las monten.
Ned Curic, Stellantis Chief Engineering and Technology Officer, ha explicado: “Alcanzar este nivel de rendimiento refleja los puntos fuertes de nuestra colaboración con Factorial. Este avance nos sitúa a la vanguardia de la revolución del estado sólido, pero no nos detenemos ahí. Seguimos trabajando juntos para superar los límites y ofrecer soluciones aún más avanzadas, que nos acerquen a baterías más ligeras y eficientes que reduzcan los costes para nuestros clientes”.
Por su parte, Siyu Huang, CEO de Factorial Energy, ha añadido: “El desarrollo de baterías es cuestión de compromiso. Aunque optimizar una característica es sencillo, equilibrar la alta densidad energética, la vida útil del ciclo, la carga rápida y la seguridad en una batería del tamaño de un automóvil con validación OEM es un gran avance. Este logro con Stellantis lleva la tecnología de baterías de nueva generación de la investigación a la realidad”.
Una inversión de 75 millones de dólares
Fue en 2021 cuando los caminos de ambas empresas se unieron, con Stellantis realizando una inversión de 75 millones de dólares en Factorial Energy, con el objetivo de avanzar en el desarrollo de baterías en estado sólido.
Este paso acerca a ambas un poco más al siguiente punto en su hoja de ruta, que pasa por contar con una flota de demostración para 2026, con la que se buscará evaluar su rendimiento en condiciones de conducción reales.
Respecto a qué modelos formarán esa flota, no hay información oficial, pero siempre que habla de esta tecnología, Stellantis muestra en las imágenes un Dodge Charger Daytona.
Se trata del primer muscle car eléctrico de la historia (aunque también se ofrecerá en versiones con motor de gasolina), con dos variantes de alto rendimiento que, por el momento, montan una misma batería de iones de litio convencional, con 100,5 kWh de capacidad.
El escalón de acceso es el Dodge Charger Daytona R/T, que tiene una potencia de 503 CV y un par máximo de 548 Nm, suficiente como para acelerar de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos y anunciar una velocidad máxima de 221 km/h. Por encima está el Dodge Charger Daytona Scat Pack, que eleva el rendimiento hasta los 680 CV y 850 Nm, rebaja el tiempo de la aceleración de 0 a 100 km/h hasta los 3,3 segundos y tiene una velocidad máxima inferior, de 216 km/h.
Dado que comparten batería, el primero es el que anuncia una autonomía mayor, de 510 km, mientras que el segundo se queda en 418 km.
Sobre el papel, en menos de un año la compañía demostrará de lo que es capaz el modelo remplazando la batería convencional por una de estado sólido.