En el Mobile World Congress (MWC) de Barcelona celebrado hace un año destacó la innovadora propuesta de Alef Aeronautics: un coche volador que conserva la estructura y las ruedas propias de un automóvil. Esta característica lo diferencia de las propuestas tradicionales de drones de pasajeros o vehículos eVTOL, ofreciendo una alternativa única en el campo de la movilidad aérea.
Bajo el nombre de Model A, este vehículo, aunque aún en fase de desarrollo, tenía prevista sus primeras entregas para 2025. La compañía había recogido 2.850 reservas durante el evento, con aportaciones de 150 dólares o 1.500 dólares para quienes opten por una entrega prioritaria. Un depósito que prometían reembolsar en caso de que el proyecto no cumpliera con las expectativas previas a la formalización del pedido.
Un año después el coche eléctrico volador es más real que nunca
Según Alef Aeronautics, más de 2.000 de estas reservas provienen de particulares, mientras que el resto corresponde a empresas interesadas en explorar nuevas posibilidades de movilidad. El apoyo de inversores reconocidos como Draper Associates, Strong VC y Splash Capital ha sido fundamental para generar confianza en este ambicioso proyecto.
Con las dimensiones propias de un vehículo terrestre, este prototipo puede transitar con facilidad tanto por rutas urbanas como rurales, facilitando su estacionamiento en espacios destinados a automóviles. Aunque habrá una opción de hidrógeno, Alef Aeronautics ha dotado a su coche volador de un sistema de propulsión 100% eléctrico. Equipado con ocho hélices y motores independientes, el vehículo podrá despegar verticalmente y maniobrar con gran versatilidad eliminando la necesidad de pistas de aterrizaje o infraestructuras adicionales.
Hace un año en Barcelona se presentó una versión con carrocería de malla y un interior diseñado para una persona. Sin embargo, las imágenes difundidas fueron recreaciones digitales y no de vuelos reales, lo que sugería que el proyecto se encontraba en una etapa preliminar. El fundador, Jim Dukhovny anticipó que lo expuesto no representaría la versión final de producción.
La gran novedad es que Alef Aeronautics ha conseguido que su prototipo realice un despegue vertical lo que marca un avance significativo para la industria de la movilidad aérea. Esta innovación se presenta como una alternativa complementaria en el mercado, sin pretender desmerecer otras propuestas, sino ofreciendo una visión única que abre nuevas posibilidades en el ámbito del transporte multimodal.
Cabe resaltar que, al estar clasificado como un vehículo de baja velocidad (LSV), el Model A opera bajo ciertas limitaciones legales en cuanto a velocidad y otros parámetros. Con su paquete de baterías, se estima que alcanzará una autonomía de hasta 320 kilómetros en carretera, cifra que se reduce a 175 kilómetros durante el vuelo. La idea es que, cuando se requiera una opción de desplazamiento más ágil, el usuario pueda aprovechar sus capacidades de vuelo para optimizar la ruta.
ADN español
Uno de los elementos esenciales de este innovador coche volador es la calidad de su estructura y los materiales utilizados, que hacen posible su capacidad de elevarse en el aire. Este sorprendente diseño se ha materializado gracias a la colaboración estrecha de dos destacadas empresas españolas del sector aeronáutico.
Por un lado, Pucara Aero, filial valenciana de un reconocido grupo que suministra componentes a Boeing y Airbus, y por otro, MYC, la madrileña especializada en el diseño y fabricación de piezas aeronáuticas. La sinergia entre ambas ha sido clave para que el Model A de Alef Aeronautics se convierta en el primer coche volador aprobado por la Administración Federal de Aviación (FAA) en Estados Unidos.
Certificación y desarrollo tecnológico
Aunque se mantiene en fase de prototipo, este coche volador se posiciona como una de las propuestas más realistas y avanzadas en el ámbito de la movilidad aérea. El éxito de este despegue vertical, seguido de una maniobra aérea controlada que culminó en un aterrizaje sin inconvenientes, evidencia un progreso tangible hacia la integración de vehículos aéreos en el transporte cotidiano.
A pesar de que aún se conocen pocos detalles sobre el Model A, el fabricante destaca haber sido pionero en obtener la certificación de la Autoridad Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos. Esta aprobación permite que el vehículo vuele de forma legal, aunque bajo condiciones específicas y en determinados espacios aéreos, como los de Silicon Valley, donde se encuentra la sede de la empresa.
Aunque el Model A aún se encuentra en fase de prototipo, Alef Aeronautics proyecta que, al completarse el desarrollo, su precio se situará en torno a los 300.000 dólares (más de 280.000 euros). La visión de la empresa es iniciar la comercialización a partir de 2025, centrándose inicialmente en el mercado estadounidense, donde ya están avanzando en la obtención de las licencias de vuelo necesarias.