Volkswagen está trabajando para recuperar la posición perdida. Durante décadas el fabricante alemán ha ostentado una posición que hoy parece menos definida. La llegada de la movilidad eléctrica no les ha sentado excesivamente bien. La apuesta por la gama ID ha tenido duras repercusiones, acompañadas de otros problemas socioeconómicos como la crisis de componentes o el elevado coste de las materias primas y de la energía. Volkswagen tiene que reducir su gasto significativamente. Todas las áreas se están viendo afectadas, incluyendo, como debe ser, el salario de la junta directiva. La cúpula alemana ha aprobado recortarse 300 millones de masa salarial.
Los últimos meses han sido muy intensos en el seno del mayor fabricante europeo. Volkswagen ha puesto las cartas sobre la mesa y ha asegurado una realidad que muchos no querían o no entendían. La rentabilidad ha caído estrepitosamente hasta el punto de que por primera vez en su historia, Volkswagen se ha planteado el cierre de fábricas en Alemania. Ni el Gobierno ni los sindicatos estaban dispuestos a ello. Finalmente, Volkswagen no cerrará fábricas en Alemania, pero sí reducirá su plantilla a escala mundial. 35.000 trabajadores menos e importantes cambios en la producción.
Volkswagen esperar ahorrarse en total 1.500 millones de euros en salarios
El Golf, la joya de la corona, desviará su producción a México. Es más barato producirlo allí y exportarlo que seguir fabricándolo en Alemania. A pesar de la situación, el máximo responsable, Oliver Blume, confía en estar dando los pasos acertados para lograr el equilibrio que tanto ansían los alemanes. Están “preparándose para el futuro” ha asegurado el propio Blume, encargado de reconducir la situación. Volkswagen lo ha cambiado casi todo. La apuesta sigue siendo eléctrica, pero ahora es más flexible dado el lento avance eléctrico internacional. China sigue siendo una parte fundamental de la estrategia. Un mercado clave por volumen e imagen.
Tal es el ajuste que los alemanes están aplicando que se van a reducir los tiempos de desarrollo de los vehículos para minimizar costes. Este año esperan y pretenden ahorrarse 4.000 millones de euros. Una buena parte de ese plan derivará del recorte salarial de su junta directiva. Gunnar Kilian, miembro del consejo de recursos humanos de Volkswagen ha asegurado a fuentes locales que la cúpula directiva de la compañía reducirá su salario en 300 millones de euros hasta 2030. En proporción el recorte salarial es mayor que el del resto de la fuerza laboral o el de la gerencia, aunque Kilian se ha negado a dar más detalles. Un total de 1.500 millones de euros en salarios.
Los próximos años se antojan esenciales para el buen devenir del mayor fabricante alemán y europeo y el segundo a escala mundial. Volkswagen necesita recuperar la posición perdida y lo logrará con nuevos e interesantes productos. El Volkswagen ID.2 supondrá un cambio en las reglas del juego, tal y como declara el jefe de ventas de Volkswagen, Martin Sander. El ID.2 llegará al mercado el próximo año. Por posicionamiento está llamado a ser el coche más importante de los últimos años. Saldrá a la venta por un precio aproximado de 25.000 euros. Es bastante probable que ni siquiera se llame ID.2, ya que muchas fuentes apuntan a un drástico cambio de nombre. Podría recuperar la denominación Polo tras la desaparición de este.